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(espera por mal tiempo)

  • 1 WOW

    English-Spanish technical dictionary > WOW

  • 2 waiting on weather

    PETR TECH espera por mal tiempo f (WOW)

    English-Spanish technical dictionary > waiting on weather

  • 3 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 4 due

    dju:
    1. adjective
    1) (owed: I think I'm still due some pay; Our thanks are due to the doctor.) debido; ser pagadero; estar muy agradecido
    2) (expected according to timetable, promise etc: The bus is due in three minutes.) esperado
    3) (proper: Take due care.) debido

    2. adverb
    (directly South: sailing due east.) derecho hacia

    3. noun
    1) (what is owed, especially what one has a right to: I'm only taking what is my due.) merecido
    2) ((in plural) charge, fee or toll: He paid the dues on the cargo.) derechos
    - due to
    - give someone his due
    - give his due

    due adj
    when is the rent due? ¿cuándo hay que pagar el alquiler?
    due to debido a / por
    tr[djʊː]
    1 (expected, supposed to happen) esperado,-a
    when is the baby due? ¿para cuándo espera el bebé?
    2 formal use (proper, correct) debido,-a
    3 (payable, requiring immediate payment) pagadero,-a, que vence
    4 (owed as right) merecido,-a; (owed as debt) debido,-a
    how much are you due? ¿cuánto te deben?
    1 merecido
    1 derecho hacia
    1 (charges, payments, fees) cuota
    have you paid your dues? ¿has pagado la cuota?
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    due to debido a
    to become due SMALLFINANCE/SMALL vencer, hacerse efectivo,-a
    to be due to deberse a, ser causado,-a por
    to give somebody his/her due dar a alguien su merecido, ser justo,-a con alguien, hacer justicia a alguien
    with all due respect con el debido respeto, con todo el respeto que se merece, sin ganas de ofender
    due date (fecha de) vencimiento
    due ['du:, 'dju:] adv
    : justo a, derecho hacia
    due north: derecho hacia el norte
    due adj
    1) payable: pagadero, sin pagar
    2) appropriate: debido, apropiado
    after due consideration: con las debidas consideraciones
    3) expected: esperado
    the train is due soon: esperamos el tren muy pronto, el tren debe llegar pronto
    4)
    due to : debido a, por
    due n
    1)
    to give someone his (her) due : darle a alguien su merecido
    2) dues npl
    : cuota f
    adj.
    atrasado, -a adj.
    debido, -a adj.
    oportuno, -a adj.
    pagadero, -a adj.
    adv.
    directamente adv.
    exactamente adv.
    n.
    cuota s.f.
    deuda s.f.

    I duː, djuː
    a) ( payable)

    the payment becomes o falls due on the 5th — hay que hacer efectivo el pago el día 5

    b) ( owed)

    due TO somebody/something: the respect due to one's elders el respeto que se les debe a los mayores; the money due to them el dinero que se les debe or (frml) se les adeuda; it's all due to you todo gracias a ti, te lo debemos todo a ti; it was due to a technical problem — se debió a un problema técnico

    c)

    due to(as prep) (crit) debido a

    d) ( scheduled)

    when is the next train/flight due? — ¿cuándo llega el próximo tren/vuelo?

    when is the baby due? — ¿para cuándo espera or tiene fecha?

    she's due back tomorrow — vuelve mañana, su regreso está previsto para mañana

    2) (before n)
    a) ( proper) <consideration/regard> debido

    with all due respect — con el debido respeto, con todo el respeto que se merece

    in due course — en su debido momento, a su debido tiempo

    b) ( deserved) < reward> merecido

    II

    the fort is due west of the townel fuerte está justo or exactamente al oeste del pueblo


    III
    1)

    to give him his due, he is efficient — tienes que reconocer que es eficiente

    2) dues plural noun ( subscription) cuota f
    [djuː]
    1. ADJ
    1) (=expected)

    when is the plane due (in)? — ¿a qué hora llega el avión?

    the train is due (in) or due to arrive at eight — el tren llega a las ocho, el tren tiene su hora de llegada a las ocho

    the magazine/film/record is due out in December — la revista/la película/el disco sale en diciembre

    he is due back tomorrow — estará de vuelta mañana, está previsto que vuelva mañana

    when is it due to happen? — ¿para cuándo se prevé?

    when is the baby due? — ¿cuándo se espera que nazca el niño?

    2) (=owing) [sum, money] pagadero, pendiente

    he's due a salary raise(US) le corresponde un aumento de sueldo

    when is the rent due? — ¿cuándo se paga el alquiler?, ¿cuándo hay que pagar el alquiler?

    I feel I'm about due a holiday! — ¡me parece que necesito unas vacaciones!

    to fall due — (Econ) vencer

    he is due for a rise/promotion — le corresponde un aumento de sueldo/un ascenso

    I have £50 due to me — me deben 50 libras

    they must be treated with the respect due to their rank/age — deben ser tratados con el respeto que su rango/edad merece

    3) (=appropriate) [care, attention] debido

    to drive without due care and attention — (Jur) conducir or (LAm) manejar sin el cuidado y la atención debidos

    we'll let you know in due coursele avisaremos a su debido tiempo

    he has never received due credit for his achievements — nunca ha recibido el crédito que merece por sus logros

    due process (of law) — (Jur) (el buen hacer de) la justicia

    with (all) due respect (to Mrs Harrison) — con el debido respeto (hacia la señora Harrison)

    4)

    due to(=caused by) debido a

    due to repairs, the garage will be closed next Saturday — esta gasolinera estará cerrada por obras el próximo sábado

    what's it due to? — ¿a qué se debe?

    2.
    ADV

    to face due north — [person] mirar justo hacia el norte; [building] estar orientado completamente hacia el norte

    to go due north — ir derecho hacia el norte

    3. N
    1) (=due credit)

    to give him his due, he did try hard — para ser justo, se esforzó mucho

    2) dues (=club, union fees) cuota fsing ; (=taxes) derechos mpl

    harbour/port dues — derechos mpl de puerto

    - pay one's dues
    4.
    CPD

    due date N — (Econ) [of loan, debt] fecha f de vencimiento

    when is your due date? (for birth) ¿cuándo cumples?

    she is five days past her due date — cumplió hace cinco días, salió de cuentas hace cinco días (Sp)

    * * *

    I [duː, djuː]
    a) ( payable)

    the payment becomes o falls due on the 5th — hay que hacer efectivo el pago el día 5

    b) ( owed)

    due TO somebody/something: the respect due to one's elders el respeto que se les debe a los mayores; the money due to them el dinero que se les debe or (frml) se les adeuda; it's all due to you todo gracias a ti, te lo debemos todo a ti; it was due to a technical problem — se debió a un problema técnico

    c)

    due to(as prep) (crit) debido a

    d) ( scheduled)

    when is the next train/flight due? — ¿cuándo llega el próximo tren/vuelo?

    when is the baby due? — ¿para cuándo espera or tiene fecha?

    she's due back tomorrow — vuelve mañana, su regreso está previsto para mañana

    2) (before n)
    a) ( proper) <consideration/regard> debido

    with all due respect — con el debido respeto, con todo el respeto que se merece

    in due course — en su debido momento, a su debido tiempo

    b) ( deserved) < reward> merecido

    II

    the fort is due west of the townel fuerte está justo or exactamente al oeste del pueblo


    III
    1)

    to give him his due, he is efficient — tienes que reconocer que es eficiente

    2) dues plural noun ( subscription) cuota f

    English-spanish dictionary > due

  • 5 face

    feis
    1. noun
    1) (the front part of the head, from forehead to chin: a beautiful face.) cara, rostro
    2) (a surface especially the front surface: a rock face.) superficie
    3) (in mining, the end of a tunnel etc where work is being done: a coal face.) cara de trabajo

    2. verb
    1) (to be opposite to: My house faces the park.) estar enfrente de
    2) (to turn, stand etc in the direction of: She faced him across the desk.) estar de cara, ponerse de cara
    3) (to meet or accept boldly: to face one's fate.) afrontar
    - - faced
    - facial
    - facing
    - facecloth
    - facelift
    - face-powder
    - face-saving
    - face value
    - at face value
    - face the music
    - face to face
    - face up to
    - in the face of
    - lose face
    - make/pull a face
    - on the face of it
    - put a good face on it
    - save one's face

    face1 n
    1. cara
    2. esfera
    face2 vb
    1. dar a
    2. mirar hacia
    3. ponerse de cara a
    we must face facts, we are lost debemos afrontar la realidad, estamos perdidos
    tr[feɪs]
    1 (of person) cara, rostro
    3 (side) cara
    4 (of card, coin) cara
    6 (of watch) esfera
    8 (look) cara, expresión nombre femenino
    1 (look towards) mirar hacia
    she turned to face me se volvió hacia mí, se volvió para mirarme
    everybody face the blackboard! ¡todo el mundo mira cara a la pizarra!
    2 (look onto) mirar hacia, estar orientado,-a hacia, dar a
    3 (be opposite to) estar enfrente de
    4 (confront) presentarse, plantearse; (deal with) enfrentarse a
    5 (tolerate) soportar
    6 (cover - building) revestir ( with, de), recubrir ( with, de); (- material) forrar ( with, de)
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    face down (person, card) boca abajo
    face to face cara a cara
    face up (person, card) boca arriba
    let's face it seamos realistas, reconozcámoslo
    on the face of it a primera vista
    shut your face! ¡cierra el pico!
    to face the music dar la cara
    to have a long face andar con cara larga
    to have the face to do something tener la cara de hacer algo
    to keep a straight face mantenerse serio,-a, contener la risa
    to look somebody in the face poder mirar a alguien en la cara
    to lose face quedar mal
    to make faces hacer muecas
    to pull faces hacer muecas
    to put on a brave face poner al mal tiempo buena cara
    to save face salvar las apariencias
    to say something to somebody's face decirle algo a alguien a la cara
    face cloth toallita
    face cream crema facial
    face flannel toallita
    face pack mascarilla facial
    face ['feɪs] v, faced ; facing vt
    1) line: recubrir (una superficie), forrar (ropa)
    2) confront: enfrentarse a, afrontar, hacer frente a
    to face the music: afrontar las consecuencias
    to face the facts: aceptar la realidad
    3) : estar de cara a, estar enfrente de
    she's facing her brother: está de cara a su hermano
    4) overlook: dar a
    face vi
    : mirar (hacia), estar orientado (a)
    face n
    1) : cara f, rostro m
    he told me to my face: me lo dijo a la cara
    2) expression: cara f, expresión f
    to pull a long face: poner mala cara
    3) grimace: mueca f
    to make faces: hacer muecas
    4) appearance: fisonomía f, aspecto m
    the face of society: la fisonomía de la sociedad
    5) effrontery: desfachatez f
    6) prestige: prestigio m
    to lose face: desprestigiarse
    7) front, side: cara f (de una moneda), esfera f (de un reloj), fachada f (de un edificio), pared f (de una montaña)
    8) surface: superficie f, faz f (de la tierra), cara f (de la luna)
    9)
    in the face of despite: en medio de, en visto de, ante
    n.
    cara s.f.
    fachada s.f.
    faz s.f.
    mueca s.f.
    pundonor s.m.
    rostro s.m.
    semblante s.m.
    visaje s.m.
    face (s.o.) down
    expr.
    hacerle frente (a alguien) expr.
    v.
    acarear v.
    aceptar v.
    afrontar v.
    arrostrar v.
    carear v.
    encarar v.
    enfrentar v.
    mirar hacia v.
    feɪs
    I
    1) c
    a) (of person, animal) cara f, rostro m

    if your face doesn't fit... — si no le/les caes bien...

    I'm not just a pretty face, you know! — (set phrase) no te creas que soy tan tonta

    I must put my face on o do my face — (hum) tengo que maquillarme or pintarme

    to feed o stuff one's face — (colloq) atiborrarse de comida, ponerse* morado (Esp fam)

    in the face of stiff oppositionen medio de or ante una fuerte oposición

    to argue/shout until one is blue in the face — discutir/gritar hasta cansarse

    to fall flat on one's face — caerse* de bruces; ( blunder) darse* de narices

    to fly in the face of something — hacer* caso omiso de algo

    to laugh on the other side of one's face: you'll laugh on the other side of your face when you're fired! se te van a acabar las ganas de reír(te) cuando te despidan!; to somebody's face a or en la cara; to show one's face aparecer*; to stare somebody in the face: the solution was staring me in the face — tenía la solución delante de las narices

    b) ( person) cara f
    c) ( expression) cara f

    to keep a straight face: I could hardly keep a straight face casi no podía aguantarme (de) la risa; to make o (BrE also) pull a face poner* mala cara; the children were making faces at each other los niños se hacían muecas; to put a brave face on it — poner(le)* al mal tiempo buena cara

    2)
    a) (appearance, nature) (no pl) fisonomía f
    b) c ( aspect) aspecto m
    c) u ( dignity)

    to lose face — desprestigiarse, quedar mal

    3) c (of coin, medal, solid) cara f; (of clock, watch) esfera f, carátula f (Méx)
    4) c ( of cliff) pared f

    to disappear off the face of the earth — desaparecer* de la faz de la tierra


    II
    1.

    she turned to face him/the wall — se volvió hacia él/la pared

    2) ( confront) enfrentarse a

    to be faced with something — estar* or verse* frente a or ante algo

    let's face it, we have no alternative — seamos realistas, no nos queda otra alternativa

    3)
    a) ( be presented with) \<\<problem/increase\>\> enfrentarse
    b) ( bear)

    several problems face usse nos presentan or se nos plantean varios problemas

    4) ( Const) \<\<wall/surface\>\> recubrir*

    2.
    vi
    Phrasal Verbs:
    [feɪs]
    1. N
    1) (=part of body) cara f, rostro m

    the bomb blew up in his face — la bomba estalló delante suyo

    it all blew up in his face * — (fig) le salió el tiro por la culata *

    I could never look him in the face again — no tendría valor para mirarle a la cara de nuevo

    to say sth to sb's face — decirle algo a la cara a algn

    to bring two people face to face — poner a dos personas cara a cara, confrontar a dos personas

    to come face to face with[+ person] encontrarse cara a cara con; [+ problem, danger] enfrentarse con

    face upboca arriba

    - put a brave or good face on it
    - lose face
    - be off one's face
    - put one's face on
    - save face
    - set one's face against sth
    - show one's face
    blue 1., 1), egg 1., 1), laugh 2., plain 1., 1), pretty 1., 1), slap 1., stuff 2., 1)
    2) (=expression) cara f, expresión f

    a happy faceuna cara alegre or de Pascua

    his face fellpuso cara larga

    a long face — una cara larga

    to make or pull faces (at sb) — hacer muecas (a algn)

    straight 1., 1)
    3) (=person) cara f

    we need some new or fresh faces on the team — el equipo necesita sangre nueva

    4) (=surface) superficie f; [of dial, watch] esfera f; [of sundial] cuadrante m; [of mountain, cliff, coin, playing card] cara f; [of building] fachada f, frente m
    5) (=aspect)
    6) (=effrontery) descaro m, cara f, caradura f
    7) (=typeface) tipo m de imprenta

    face down(wards)[person, card] boca abajo

    in the face of — [+ enemy] frente a; [+ threats, danger] ante; [+ difficulty] en vista de, ante

    on the face of it — a primera vista, a juzgar por las apariencias

    face up(ward)[person, card] boca arriba

    - fly in the face of reason
    2. VT
    1) (=be facing) [+ person, object] estar de cara a; (=be opposite) estar enfrente de

    face the wall! — ¡ponte de cara a la pared!

    - face both ways
    2) [room, building]
    a) (=overlook) dar a, tener vista a
    b) (=be opposite to) [+ building] estar enfrente de
    3) (=confront) [+ enemy, danger, problem, situation] enfrentarse a; [+ consequences] hacer frente a, afrontar

    I can't face him (ashamed) no podría mirarle a los ojos

    he faces a fine of £200 if convicted — le espera una multa de £200 si lo declaran culpable

    faced with the prospect of living on his own, he... — ante la perspectiva de vivir solo,...

    to face factsaceptar los hechos or la realidad

    to face the fact that... — reconocer que...

    let's face it! — ¡seamos realistas!, ¡reconozcámoslo!

    - face the music
    4) (=bear, stand)

    I can't face breakfast this morning — hoy no podría desayunar nada

    5) (=clad) revestir
    6) (Sew) (on inside) forrar; (on outside) recubrir
    3. VI
    1) [person, animal] (=look) mirar hacia; (=turn) volverse hacia

    face this way! — ¡vuélvete hacia aquí!

    right face!(US) (Mil) ¡derecha!

    about face!(US) (Mil) ¡media vuelta!

    2) [building]

    which way does the house face? — ¿en qué dirección está orientada la casa?

    it faces east/towards the east — da al este/mira hacia el este

    4.
    CPD

    face card N(US) figura f

    face cloth N= face flannel

    face cream Ncrema f para la cara

    face flannel N(Brit) toallita f; (=glove) manopla f (para lavarse la cara)

    (Cosmetics) = face pack

    face pack Nmascarilla f facial

    face paint Npintura ornamental para la cara

    face painting N (for children) pintura f facial

    face powder Npolvos mpl para la cara

    face scrub N= facial scrub

    face value N[of coin, stamp] valor m nominal

    - take sb at face value
    * * *
    [feɪs]
    I
    1) c
    a) (of person, animal) cara f, rostro m

    if your face doesn't fit... — si no le/les caes bien...

    I'm not just a pretty face, you know! — (set phrase) no te creas que soy tan tonta

    I must put my face on o do my face — (hum) tengo que maquillarme or pintarme

    to feed o stuff one's face — (colloq) atiborrarse de comida, ponerse* morado (Esp fam)

    in the face of stiff oppositionen medio de or ante una fuerte oposición

    to argue/shout until one is blue in the face — discutir/gritar hasta cansarse

    to fall flat on one's face — caerse* de bruces; ( blunder) darse* de narices

    to fly in the face of something — hacer* caso omiso de algo

    to laugh on the other side of one's face: you'll laugh on the other side of your face when you're fired! se te van a acabar las ganas de reír(te) cuando te despidan!; to somebody's face a or en la cara; to show one's face aparecer*; to stare somebody in the face: the solution was staring me in the face — tenía la solución delante de las narices

    b) ( person) cara f
    c) ( expression) cara f

    to keep a straight face: I could hardly keep a straight face casi no podía aguantarme (de) la risa; to make o (BrE also) pull a face poner* mala cara; the children were making faces at each other los niños se hacían muecas; to put a brave face on it — poner(le)* al mal tiempo buena cara

    2)
    a) (appearance, nature) (no pl) fisonomía f
    b) c ( aspect) aspecto m
    c) u ( dignity)

    to lose face — desprestigiarse, quedar mal

    3) c (of coin, medal, solid) cara f; (of clock, watch) esfera f, carátula f (Méx)
    4) c ( of cliff) pared f

    to disappear off the face of the earth — desaparecer* de la faz de la tierra


    II
    1.

    she turned to face him/the wall — se volvió hacia él/la pared

    2) ( confront) enfrentarse a

    to be faced with something — estar* or verse* frente a or ante algo

    let's face it, we have no alternative — seamos realistas, no nos queda otra alternativa

    3)
    a) ( be presented with) \<\<problem/increase\>\> enfrentarse
    b) ( bear)

    several problems face usse nos presentan or se nos plantean varios problemas

    4) ( Const) \<\<wall/surface\>\> recubrir*

    2.
    vi
    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > face

  • 6 amagostón

    Amagostón. ¿Qué asturiano no se ha comido alguna vez en su vida en amigable, alegre y feliz compañía un amagostón de buenas castañas regadinas con xidre (sidra)? Yo me he zampado en mi vida miles de amagostones, los he comido por necesidad, por hambre, que es cuando verdaderamente se sabe el grande valor que tienen todas las cosas. En tiempos de las castañas, llegaba a los castañéus y fuesen de quién fuesen, si el amo no los llindiaba (cuidaba) yo me enfardaba (llenaba) de las mejores castañas, que luego colaba conechas (marchaba con ellas) a los pastos comunales, aú arrexuntaba fuéas, felechus, murgazus (donde rejuntaba hojarascas, helechos, malezas), atreinandu 'n balagarín (haciendo un montonín) y por d'enría d'él semaba les castañes, ya chuéu llantandoi fuéu, esgalazáu ya felliz aguardaba qu'amagostaren aqueches castañines que diben allegrar el miou ventronín ameruxadín de fame. Ya despós de fartuquín, alcuérdume qu'allugábame con fuercia la sede, y'entóus colaba a gálamus fasta lus fontanus ou fontiquines, ya d'enría sous cristiallines agues apoúxaba lus mious focicus ya non lus xebraba fasta que nun me fartare. (Y por encima de él, sembraba las castañas, y luego le prendía fuego y ansioso y feliz esperaba que asasen aquellas castañinas que iban alegrar mi pequeño estómago lleno de hambre. Y después de hartarme, recuerdo que me atenazaba con fuerza la sed y entonces me marchaba corriendo hasta las fuentes y encima de sus cristalinas aguas posaba mis hocicos y no los apartaba hasta que de nuevo no me hartase). ¡Toda mi infancia y juventud la he vivido siempre al lado de la sabía y hermosa Naturaleza, inagotable fuente de sapiencias que al hombre que la quiere le está ilustrando hasta que ELLA misma su vida quiere! Las mejores castañas para hacer un buen amagostón son las llamadas castañas de cuerra, por estar más bravas y hechas, ya que han permanecido en las cuerras, situadas en los mismos castañéus, hasta que los arizos se pudran, que suelen tardar un par de meses, depende cómo venga el tiempo, y una vez que los arizos ya están podridos, es cuando se hace «l'esbítcha», que consiste en sacar las castañas de dentro de los arizos mayandu (majando) éstos en la ariceira (campera destinada a majar los arizos) y allí mismo, al lado de l'ariceira se hace el primer amagostón de castañas cabantes d'esbítchare (que en el momento fueron esbilladas), por regla natural se suelen hacer estos amagostones con el murgazu (maleza) que cabría los arizos en la cuerra, se amontona en una pila, se vierten las castañas por encima, se le pega fuego y se espera a que se queme todo el balagarín de murgazu (montón de malezas) y al tenor que el fuego va consumiendo las malezas, las castañas al ir asándose algunas de ellas explotan con fuerza y saltan de la pila envueltas en chispas ante la alegría y el regocijo de los más pequeños que acorralan el amagüestu, y cuando ya no queda nada más que las humeantes cenizas, haciendo de abanico bien con la chaqueta, con un saco o con lo que sea, se quitan las cenizas que cubren las amagostadines castañas, que quedan reunidas en el quemado campizo, todas muy sabrosas y bien asadas. Después, mujeres, niños y hombres que están haciendo la faena de l'esbítcha, muy contentos y ceremoniosamente se sientan al lado del magüesto, y entre sonrisas, bromas y regocijos, todos simples, sencillos y naturales, se come el primer amagostón de l'esbítcha. Después de recogidas todas las castañas de l'esbítcha, se meten en sacos o a granel en las goxas, o dentro de la esquirpia, (cesta enorme y alargada con capacidad de cuatro goxas) y se bajan en los rametus, ou corcetas (rastros), hasta la teixá (casa) y allí s'escuétchen (escojen), las más grandes se apartan para ponerlas en maurera (madurera), arriba en el xomeráu (desván), bien tapadas con fués (hojas) de castañal, que son las que mejor faen (hacen) que las castañas no se amayuquen (se pongan duras). Las más pequeñas se meten en el xardu, para que les fumaireres (humaradas) del char faígayas en mayuques. (Del lar las haga duras). Y el malucu (las malas, por mal criadas, o algo podres), sirven para dar piensos al pótchin del trabayu (el burro de trabajo), o d'angún oitre anemal qu’enxuma mái lu ñecexite. (O de alguno de los otros animales que en suma más lo necesite). Lus amagostones yeren nes mious amantines aldines nus tiempus d'endenantes, cundu you yera un guaxín, dalgu entrañable ya xenciétchu, de lu que xuergaba tou la familia, ya vecinus que con allegría esmianaben les callentines y'amagostaines castañes, axontáus nus escanus trés el llar, al mor del callorcín que nus ufrendiaba 'l pá fuéu, enes tardis fríes ya ñeváes, ou nes llargues veladiétches de lus enxenebráus envernus. Unde trés un bon amagostón regaín con tarreñaines de xidre ou vinu, que faia que l'allegría hermenare a les xentes, ya les chingües se fixeren llixeres nus falares de fatáus d'allegres ya mu xeríes couxes, qu’arrabucaben chárimes ou xonrises nus xentimientus de tous lus qu'ureaben, metantu 'l pá fuéu chispotiaba, ya 'l guetu endubiétchau baxu 'l escanu ñeváu pe les povixes, deixara de llindiar a lus mures, perque mu felliz ya callentrín xuañara. (Los asados de castañas eran en mis amantes aldeinas en los tiempos pasados, cuando yo era un pequeño, algo entrañable, sencillo y natural, de lo que festejaban toda la familia, y también algunos vecinos, que con suma alegría mondaban las calientes y asadas castañas, sentados felizmente en los escaños detrás del lar, al cariño del agradable calorcito que ofrecía el padre fuego, en las tardes frías y nevadas, o en las largas veladas heladas de los inviernos. Donde tras un buen asado de castañas, regadas con tanques de sidra o vino, que hacía que la alegría hermanara a todas las gentes, y las lenguas se tornaran más ligeras para hablar de muchas alegres y serias cosas, que arrancaban lágrimas o sonrisas, en los sentimientos de cuantos escuchaban, mientras que el padre fuego chisporroteaba, y el gato envuelto en sí mismo debajo del escaño, nevado su pelaje por las cenizas, dejara de cuidar a los ratones, porque muy feliz y calentito soñara). La pallabra d'amagostar, aparte de los significados de asar, quemar, calentar, etc., etc... también tiene otras interesantes vertientes que se suelen usar continuamente. Nisti exemplu que vou encalducar nagora, dexaréi nel bon chugar, l'escola d'ista pallabra. (En este ejemplo que hago ahora, procuraré dejar en su lugar la escuela de esta palabra). —Endespós d'afogá l'engarradiétcha de la nuexa Guerra, qu’amagostóu d'un lláu ya d'oitre mamplenáus d'iñucentes hermenus nuexus, fexérunse d'enría les xentes de las esquerdas, lus maguestus más endiañáus qu'imaxinar se pué, tales comu xemar les cuándies comunales ya de lus cadarméirus d'aldines ya ciodáes, de prexones que forun amagostáes per lus aguxantes caniles de la Cadarma, qu'achuquinaba dirixida per lus inxustus magüestus qu'encaldaben le lleyes, a tous cuntu golleren a roxu. Ya tamén se fixerun bérchaus magüestus de tocates d'enría les costiétches de les xentes roxes, con llátigus de tous lus collores. Lu mesmu qu’amagostaben lus escosus interexes, llantandu multes ya oitres xanciones, que dexaben la mexeria ya la fame, fayendu esmolliciones per toes les teixáes. —(Después de ahogada la contienda de nuestra guerra, que asesinó de una parte y de la otra a muchos inocentes hermanos nuestros, se hicieron sobre las gentes de las izquierdas, los crímenes, robos, expolios y martirios más endiablados que imaginarse se puede. Tales como sembrar las fosas comunales y los cementerios de aldeas y ciudades, de personas que fueron asesinadas, por los afilados colmillos de la muerte. Que mataba dirigida por los injustos y desalmados atropellos que hacían las leyes, a todos cuantos seres oliesen a ser rojos. Y también se hicieron grandes martirios de palizas, encima de las costillas de las gentes rojas, con endemoniados látigos de todos los colores. Lo mismo que se les robaba los menguados intereses, por medio de multas y otras sanciones, que dejaban a la miseria y al hambre, haciendo calamidades y destrozos atroces por todos los hogares). —Yo creo que con este ejemplo, ya queda bien claro lo que puede significar la palabra de amagostar o amaguestu.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > amagostón

  • 7 carraca

    Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz. Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese. Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado. Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes, observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese. Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru (hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época. Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía: —La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe! (En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara. ¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños. Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados. Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agenciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas, maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro, tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía. Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo: ¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > carraca

  • 8 just

    I
    adjective
    1) (right and fair: not favouring one more than another: a fair and just decision.) justo
    2) (reasonable; based on one's rights: He certainly has a just claim to the money.) justo
    3) (deserved: He got his just reward when he crashed the stolen car and broke his leg.) merecido
    - justness
    II
    adverb
    1) ((often with as) exactly or precisely: This penknife is just what I needed; He was behaving just as if nothing had happened; The house was just as I'd remembered it.) exactamente
    2) ((with as) quite: This dress is just as nice as that one.) exactamente
    3) (very lately or recently: He has just gone out of the house.) acabar de, ahora mismo, hace un momento
    4) (on the point of; in the process of: She is just coming through the door.) en este momento
    5) (at the particular moment: The telephone rang just as I was leaving.) justo, en el mismo instante/momento en que
    6) ((often with only) barely: We have only just enough milk to last till Friday; I just managed to escape; You came just in time.) a penas
    7) (only; merely: They waited for six hours just to get a glimpse of the Queen; `Where are you going?' `Just to the post office'; Could you wait just a minute?) sólamente
    8) (used for emphasis, eg with commands: Just look at that mess!; That just isn't true!; I just don't know what to do.) ¡pero!; de verdad
    9) (absolutely: The weather is just marvellous.) absolutamente
    - just now
    - just then

    just1 adj justo
    just2 adv
    1. justo / exactamente
    2. justo
    3. por poco
    4. sólo
    tr[ʤʌst]
    1 (fair) justo,-a
    2 (justifiable) fundado,-a, justificado,-a
    3 (deserved) merecido,-a
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to get one's just desserts llevar su merecido
    ————————
    tr[ʤʌst]
    1 (exactly) exactamente, precisamente, justo
    2 (only) solamente, sólo
    just a moment, please un momento, por favor
    no sugar for me, please, just milk no quiero azúcar, gracias, sólo leche
    don't worry, it's just a scratch! ¡no te preocupes, no es más que un rasguño!
    3 (barely) apenas, por poco
    4 (right now) en este momento
    5 (simply) sencillamente
    we could just stay here and wait for her pues, sencillamente podríamos quedarnos aquí y esperarla
    just shut up, will you? ¡cállese, por favor!
    8 familiar (really) realmente, verdaderamente
    phrase to have just + pres part
    1 acabar de + infin
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    just about prácticamente
    just as well menos mal
    just in case por si acaso
    just like that! ¡sin más!
    just so (tidy) ordenado,-a, arreglado,-a 2 (as a reply) sí, exactamente
    just then en ese momento
    just the same (not different) exactamente igual 2 (nevertheless) sin embargo, no obstante
    just the thing justo lo que hacía falta
    just ['ʤʌst] adv
    1) exactly: justo, precisamente, exactamente
    2) possibly: posiblemente
    it just might work: tal vez resulte
    3) barely: justo, apenas
    just in time: justo a tiempo
    4) only: sólo, solamente, nada más
    just us: sólo nosotros
    5) quite: muy, simplemente
    it's just horrible!: ¡qué horrible!
    6)
    to have just (done something) : acabar de (hacer algo)
    he just called: acaba de llamar
    just adj
    : justo
    justly adv
    adj.
    debido, -a adj.
    derecho, -a adj.
    entero, -a adj.
    equitativo, -a adj.
    justiciero, -a adj.
    justo, -a adj.
    lícito, -a adj.
    recto, -a adj.
    sólo, -a adj.
    adv.
    apenas adv.
    casi no adv.
    justamente adv.
    justo adv.
    no más que adv.
    recién adv.
    sólo adv.

    I dʒʌst
    adjective <decision/person> justo

    II
    1)

    she's just left — se acaba de ir, recién se fue (AmL)

    she'd only just finished — acababa de terminar, recién había terminado (AmL)

    just recently I've begun to notice that... — últimamente he empezado a darme cuenta de que...

    b) (now, at the moment)
    2)
    a) ( barely) justo

    I just missed himno lo vi por poco or por apenas unos minutos

    b) ( a little)

    just above the kneejusto or apenas encima de la rodilla

    3)
    a) ( only) sólo

    I'll be with you in just a momentenseguida or en un segundo estoy con usted

    there's just one left — queda sólo uno, queda uno nomás (AmL)

    just a moment, you're confusing two issues there — un momento: estás confundiendo dos problemas distintos

    she was just three when her father diedtenía apenas or sólo tres años cuando murió su padre

    would you like some more? - just a little, please — ¿quieres más? - bueno, un poquito

    b) ( simply)

    that's just gossip — no son más que chismes, son puros chismes (fam)

    they're just friends — no son más que amigos, sólo son amigos

    just because he's famous doesn't mean he can be rude — (colloq) el hecho de que sea famoso no le da derecho a ser grosero

    4)
    a) (exactly, precisely)

    it's just what I wantedes justo or precisamente or exactamente lo que quería

    b) ( equally)

    just leave it here — déjelo aquí, déjelo aquí nomás (AmL)

    regret it? don't I just! — ¿que si me arrepiento? si me arrepentiré...!

    just you wait, you little rascal! — ya vas a ver, bandido!

    just go away, will you? — mira, vete, hazme el favor

    6)

    it's just that... — lo que pasa es que...

    7)

    just about: I've just about finished now casi he terminado, prácticamente he terminado; did you get enough to eat? - just about — ¿te dieron bastante de comer? - más o menos


    I [dʒʌst]
    1. ADJ
    1) (=fair) [person, system] justo

    as is only just — como es justo, como es de razón

    2) (=deserved) [praise, reward] merecido; [punishment] apropiado, justo
    3) (=justified) [complaint, criticism] justificado; [opinion] lógico; deserts
    4) (=accurate) [account] correcto; [assessment] correcto, exacto
    2.
    NPL

    II
    [dʒʌst]
    ADVERB
    a) (=at this moment) ahora mismo

    I'm just coming! — ¡ya voy!

    "have some tea!" - "actually, I was just going" — -tómate un té -en realidad ya me iba

    b) (=at that moment) justo
    c) (=recently, a moment ago)

    we were just talking about thatprecisamente or ahora mismo estábamos hablando de eso

    just cookedrecién hecho

    it's just gone 10 o'clock — acaban de dar las diez

    to have just done sth — acabar de hacer algo

    the book is just outel libro acaba de salir

    it's just past 10 o'clock — acaban de dar las diez

    d) (in expressions specifying "when")

    just after I arrived — poco después de mi llegada

    just as I arrived — justo cuando yo llegaba

    just as it started to rain — justo cuando empezó a llover, en el momento en que empezó a llover

    just before I arrived — poco antes de mi llegada

    I saw him just this minutelo he visto hace un momento

    just at that momenten ese mismo momento or instante

    just this morningesta misma mañana

    just when it was going well... — precisamente or justamente cuando iba bien...

    just yesterdayayer mismo

    "are you leaving?" - "not just yet" — -¿te vas? -aún or todavía no

    now 1., 6), recently, then 1., 1)
    2) (=barely) por poco

    I (only) just caught it — lo alcancé por un pelo, por poco lo pierdo

    we had just enough money — teníamos el dinero justo

    he missed the train, but only just — perdió el tren, pero por poco

    he passed, but only just — aprobó pero por los pelos

    we arrived just in time — por poco no llegamos, llegamos justo a tiempo

    3) (=slightly)

    just over/ under two kilos — un poco más de/menos de dos kilos

    it's just over/under two kilos — pasa de/no llega a los dos kilos

    just to the left/right — un poco más a la izquierda/derecha

    4) (=exactly) justo, exactamente

    it's just my sizees justo or exactamente mi talla

    it's just the samees justo or exactamente igual

    just here/there — aquí/ahí mismo

    just behind/in front of/next to etc — justo detrás/delante de/al lado de etc

    it cost just (on) £20 — me costó veinte libras justas

    that's just it! — ¡ahí está! *, ¡esa es la cuestión!

    he's just like his father — (physically, in behaviour) es idéntico a su padre

    that's just like him, always late — es típico (de él), siempre llega tarde

    they have their problems just like the rest of us — tienen sus problemas, exactamente igual que el resto de nosotros

    I can't find £1,000 just like that — no puedo conseguir mil libras así sin más

    that's just the point! — ¡ahí está! *, ¡esa es la cuestión!

    he likes everything just so *le gusta que todo esté perfecto

    it's just what I wanted — es justo or precisamente lo que quería

    that's just what I thoughteso es justo or precisamente lo que pensé

    just what did he say? — ¿qué dijo exactamente?

    just what are you implying? — ¿qué es exactamente lo que estás insinuando?

    luck, right 1., 2)
    5) (=only) solo, sólo, nomás (LAm)
    In the past the standard spelling for solo as an adverb was with an accent (sólo). Nowadays the Real Academia Española advises that the accented form is only required where there might otherwise be confusion with the adjective solo.

    they were just 15 when they got marriedtenían solo or nada más 15 años cuando se casaron

    he's just a lad — no es más que un chaval, es solo un chaval

    don't take any notice of her, she's just jealous — no le hagas ni caso, lo que está es celosa or lo que pasa es que está celosa

    it's just around the corner — está a la vuelta de la esquina

    I just asked!hum ¡preguntaba nada más!

    just a few — solo unos pocos, unos pocos nada más

    just a little — solo un poco, un poco nada más

    just once — una vez nada más, solamente or solo una vez

    it's just over there — está ahí mismo

    he's just teasing — solo está bromeando, está bromeando, nada más

    just this once — solo esta vez

    we went just to see the museum — fuimos solo para ver el museo

    just the two of us — los dos solos, solo nosotros dos

    I just wanted to say that... — solo quería decir que...

    friend, note 1., 3)
    6) (=simply) sencillamente

    I'm just phoning to remind you that... — solo llamo para recordarte que...

    it's just one of those things *son cosas que pasan

    it's just that I don't like it — lo que pasa es que no me gusta

    I just thought that you would like it — yo pensé que te gustaría

    because 1., imagine 2), wonder 2.
    7) (=specially) solo, sólo

    I did it just for you — lo hice solo por ti

    8) (=conceivably)

    it's an old trick, but it could just work — es un viejo truco, pero puede que funcione

    just astan

    just let me get my hands on him! * — ¡cómo lo coja!, ¡con que lo agarre! (LAm)

    just listen to that rain! — ¡escucha or fíjate cómo llueve!

    just listen a minute, will you? — ¡escúchame un momento!, ¿quieres?

    just look at this mess! — ¡fíjate qué desorden!

    just wait a minute! — ¡espera un momento!

    just you wait, he'll come sure enough — (reassuringly) espera hombre, ya verás cómo viene

    just (you) wait until I tell your father (threateningly) ya verás cuando se lo cuente a tu padre, espera (nomás (LAm)) a que se lo cuente a tu padre

    just you do! *

    just you try it! *

    just you dare! * — ¡inténtalo si te atreves!

    "that dress is awful" - "isn't it just?" * — -ese vestido es francamente horrible -¡y tanto!

    we're managing just finenos apañamos perfectamente

    it's just perfect! — ¡es absolutamente perfecto!

    plain 1., 3)

    I can just hear the roars of laughter — me puedo imaginar muy bien or perfectamente las carcajadas

    I can just imagine her reaction — me imagino muy bien or perfectamente su reacción

    I can just see her face if I told her — me puedo imaginar muy bien or perfectamente la cara que pondría si se lo dijese

    just about, I've just about finished this work — estoy a punto de terminar este trabajo

    I've just about had enough of this noise! * — ¡estoy ya más que harto de este ruido!

    come just as you are — ven tal como estás

    just as I thought! — ¡ya me lo figuraba or imaginaba!, ¡lo que yo me figuraba or imaginaba!

    just in casepor si acaso

    just in case it rains — por si acaso llueve, por si llueve

    I've prepared some extra food, just in case — he preparado comida de más, por si las moscas * or por si acaso

    just a minute!, just one moment!(=coming) ¡un momento, por favor!, ¡voy!

    just a minute, I don't know if I agree with that... — un momento, no sé si estoy de acuerdo con eso...

    just the same, I'd rather... — de todas formas, prefiero...

    that's just too bad! — iro ¡qué lástima!, ¡qué mala pata! *

    it's just as wellmenos mal

    I wasn't expecting much, which was just as well — no esperaba mucho, y menos mal

    happen, soon
    * * *

    I [dʒʌst]
    adjective <decision/person> justo

    II
    1)

    she's just left — se acaba de ir, recién se fue (AmL)

    she'd only just finished — acababa de terminar, recién había terminado (AmL)

    just recently I've begun to notice that... — últimamente he empezado a darme cuenta de que...

    b) (now, at the moment)
    2)
    a) ( barely) justo

    I just missed himno lo vi por poco or por apenas unos minutos

    b) ( a little)

    just above the kneejusto or apenas encima de la rodilla

    3)
    a) ( only) sólo

    I'll be with you in just a momentenseguida or en un segundo estoy con usted

    there's just one left — queda sólo uno, queda uno nomás (AmL)

    just a moment, you're confusing two issues there — un momento: estás confundiendo dos problemas distintos

    she was just three when her father diedtenía apenas or sólo tres años cuando murió su padre

    would you like some more? - just a little, please — ¿quieres más? - bueno, un poquito

    b) ( simply)

    that's just gossip — no son más que chismes, son puros chismes (fam)

    they're just friends — no son más que amigos, sólo son amigos

    just because he's famous doesn't mean he can be rude — (colloq) el hecho de que sea famoso no le da derecho a ser grosero

    4)
    a) (exactly, precisely)

    it's just what I wantedes justo or precisamente or exactamente lo que quería

    b) ( equally)

    just leave it here — déjelo aquí, déjelo aquí nomás (AmL)

    regret it? don't I just! — ¿que si me arrepiento? si me arrepentiré...!

    just you wait, you little rascal! — ya vas a ver, bandido!

    just go away, will you? — mira, vete, hazme el favor

    6)

    it's just that... — lo que pasa es que...

    7)

    just about: I've just about finished now casi he terminado, prácticamente he terminado; did you get enough to eat? - just about — ¿te dieron bastante de comer? - más o menos

    English-spanish dictionary > just

  • 9 time

    1. noun
    1) (the hour of the day: What time is it?; Can your child tell the time yet?) hora
    2) (the passage of days, years, events etc: time and space; Time will tell.) tiempo
    3) (a point at which, or period during which, something happens: at the time of his wedding; breakfast-time.) momento; hora
    4) (the quantity of minutes, hours, days etc, eg spent in, or available for, a particular activity etc: This won't take much time to do; I enjoyed the time I spent in Paris; At the end of the exam, the supervisor called `Your time is up!') tiempo
    5) (a suitable moment or period: Now is the time to ask him.) momento
    6) (one of a number occasions: He's been to France four times.) vez
    7) (a period characterized by a particular quality in a person's life, experience etc: He went through an unhappy time when she died; We had some good times together.) época, período; momentos
    8) (the speed at which a piece of music should be played; tempo: in slow time.) tempo

    2. verb
    1) (to measure the time taken by (a happening, event etc) or by (a person, in doing something): He timed the journey.) cronometrar
    2) (to choose a particular time for: You timed your arrival beautifully!) escoger el momento de/para
    - timelessly
    - timelessness
    - timely
    - timeliness
    - timer
    - times
    - timing
    - time bomb
    - time-consuming
    - time limit
    - time off
    - time out
    - timetable
    - all in good time
    - all the time
    - at times
    - be behind time
    - for the time being
    - from time to time
    - in good time
    - in time
    - no time at all
    - no time
    - one
    - two at a time
    - on time
    - save
    - waste time
    - take one's time
    - time and time again
    - time and again

    time1 n
    1. tiempo
    what do you do in your free time? ¿qué haces en tu tiempo libre?
    2. vez
    how many times have you been to Italy? ¿cuántas veces has estado en Italia?
    3. hora
    what time is it? ¿qué hora es?
    all the time todo el tiempo / constantemente
    for the time being por el momento / de momento
    it's time... es hora de que...
    time2 vb calcular el tiempo / cronometrar
    tr[taɪm]
    1 (period) tiempo
    3 (of day) hora
    what time is it? qué hora es?
    this time next week, we'll be on the beach la semana que viene a esta hora, estaremos en la playa
    by the time he gets here, it'll be time to go home cuando llegue él, será la hora de volver a casa
    4 (age, period, season) época
    how many times have you been to London? ¿cuántas veces has estado en Londres?
    the last time I saw her,... la última vez que la vi,...
    7 SMALLMUSIC/SMALL compás nombre masculino
    8 SMALLBRITISH ENGLISH/SMALL la hora de cerrar
    time now please! ¡hora de cerrar!
    1 (measure time) medir la duración de, calcular; (races, etc) cronometrar
    2 (schedule) estar previsto,-a
    4 times 5 is 20 4 por 5 son 20, 4 veces 5 son 20
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    (and) about time ya era hora
    all the time todo el rato, todo el tiempo
    at all times siempre
    at any time en cualquier momento
    at no time nunca
    at one time en un tiempo
    at the same time al mismo tiempo
    at the time / at that time entonces
    at times a veces
    behind the times anticuado,-a
    for the time being de momento
    from time to time de vez en cuando
    in time (in the long run) con el tiempo 2 (not late) a tiempo
    in time to the music al compás de la música
    many a time a menudo
    not to give somebody the time of day no darle a alguien ni la hora
    on time puntual
    one/two/three at a time de uno en uno/de dos en dos/de tres en tres
    time after time una y otra vez
    time's up se acabó el tiempo, ya es la hora
    to beat time marcar el compás
    to be ahead of one's time adelantarse a su época
    to be badly/well timed (remark) ser inoportuno,-a/oportuno,-a
    to give somebody a hard time ponérselo difícil a alguien, hacérselo pasar mal a alguien
    to have a bad time pasarlas negras
    to have a good time pasarlo bien
    to have a lot of time for somebody caerle bien alguien a uno
    to have no time for somebody/something no soportar a alguien/algo, no tener tiempo para alguien/algo
    to keep time (to music) seguir el compás 2 (watch) ir bien, funcionar bien
    to move with the times estar al día
    to take one's time (not hurry) hacer algo con calma 2 (be slow) tardar mucho
    time and motion study estudio de productividad
    time bomb bomba de relojería
    time limit límite nombre masculino de tiempo, plazo límite
    time off tiempo libre
    time out descanso
    time warp salto en el tiempo
    time zone huso horario
    time ['taɪm] vt, timed ; timing
    1) schedule: fijar la hora de, calcular el momento oportuno para
    2) clock: cronometrar, medir el tiempo de (una competencia, etc.)
    time n
    1) : tiempo m
    the passing of time: el paso del tiempo
    she doesn't have time: no tiene tiempo
    2) moment: tiempo m, momento m
    this is not the time to bring it up: no es el momento de sacar el tema
    3) : vez f
    she called you three times: te llamó tres veces
    three times greater: tres veces mayor
    4) age: tiempo m, era f
    in your grandparents' time: en el tiempo de tus abuelos
    5) tempo: tiempo m, ritmo m (en música)
    6) : hora f
    what time is it?: ¿qué hora es?
    at the usual time: a la hora acostumbrada
    to keep time: ir a la hora
    to lose time: atrasar
    7) experience: rato m, experiencia f
    we had a nice time together: pasamos juntos un rato agradable
    to have a rough time: pasarlo mal
    have a good time!: ¡que se diviertan!
    8)
    at times sometimes: a veces
    9)
    for the time being : por el momento, de momento
    from time to time occasionally: de vez en cuando
    in time punctually: a tiempo
    in time eventually: con el tiempo
    time after time : una y otra vez
    adj.
    a plazos adj.
    de tiempo adj.
    del tiempo adj.
    horario, -a adj.
    n.
    duración s.f.
    edad s.f.
    espera s.f.
    hora s.f.
    plazo s.m.
    tempo s.m.
    tiempo s.m.
    vez s.f.
    época s.f.
    v.
    cronometrar v.
    regular v.
    tomar los tiempos (Deporte) v.

    I taɪm
    1) noun
    2) u (past, present, future) tiempo m

    as time goes by o passes — a medida que pasa el tiempo, con el paso or el correr del tiempo

    at this point o moment in time — en este momento, en el momento presente

    time and tide wait for no man — el tiempo pasa inexorablemente; (before n) < travel> en el tiempo

    time machinemáquina f del tiempo

    3) u (time available, necessary for something) tiempo m

    could I have five minutes of your time? — ¿podría concederme cinco minutos?

    to make time for something — hacer(se)* or encontrar* tiempo para algo

    to make time — ( hurry) (AmE colloq) darse* prisa, apurarse (AmL)

    I spend all my time reading/thinking — me paso todo el tiempo leyendo/pensando

    it takes time to get used to the climatelleva or toma tiempo acostumbrarse al clima

    to take one's time: just take your time tómate todo el tiempo que necesites or quieras; you took your time! cómo has tardado!; to buy time ganar tiempo; to have a lot of/no time for somebody/something: I have no time for people like her no soporto a la gente como ella; I've got a lot of time for him me cae muy bien; to have time on one's hands: I had time on my hands me sobraba el tiempo; to play for time — tratar de ganar tiempo

    4) (no pl) (period - of days, months, years) tiempo m; (- of hours) rato m

    they lived in Paris for a time/for a long time — vivieron un tiempo/mucho tiempo or muchos años en París

    long time no see! — (colloq) tanto tiempo (sin verte)!

    some time later they moved to Brussels — (un) tiempo después se mudaron a Bruselas, tras cierto tiempo se mudaron a Bruselas

    for some considerable time o for quite some time now there have been rumors that... — hace ya bastante tiempo que se rumorea que...

    in an hour's/three months'/ten years' time — dentro de una horaes meses/diez años

    cooking timetiempo m de cocción

    your time's upse te (or les etc) ha acabado el tiempo

    for the time being — por el momento, de momento

    to serve o (colloq) do time — cumplir una condena, estar* a la sombra (fam)

    all the time — ( constantly) constantemente; ( the whole period) todo el tiempo

    in time — ( early enough) a tiempo; ( eventually) con el tiempo

    all in good time — cada cosa a su tiempo, todo a su debido tiempo

    in no time (at all) — rapidísimo, en un abrir y cerrar de ojos, en un santiamén

    6) u ( airtime) (Rad, TV) espacio m
    7) u c (for journey, race, task) tiempo m

    what's your fastest time over 400m? — ¿cuál es tu mejor tiempo or marca en los 400 metros?

    to take o (BrE also) have time off — tomarse tiempo libre

    9)
    a) c (epoch, age) (often pl) época f, tiempo m

    at one timeen una época or un tiempo, en otros tiempos

    in times of crisisen épocas or tiempos de crisis

    in Tudor times — en la época de los Tudor, en tiempos de los Tudor

    there was a time when o time was when... — hubo un tiempo cuando...

    in times to come — en el futuro, en tiempos venideros

    to be ahead of one's time: he's ahead/he was ahead of his time se ha adelantado/se adelantó a su época; to be behind the times \<\<ideas\>\> ser* anticuado, estar* desfasado; \<\<person\>\> estar* atrasado de noticias (fam); to keep up with o abreast of the times — mantenerse* al día

    I've seen some funny things in my time but... — he visto cosas raras en mi vida pero...

    10)
    a) u ( by clock) hora f

    what's the time?, what time is it? — ¿qué hora es?

    do you have the time? — ¿tienes hora?

    the time is ten minutes to ten — son las diez menos diez minutos, son diez para las diez (AmL exc RPl)

    to be able to tell the time o (AmE also) tell time — saber* (decir) la hora

    British Summer Timehorario m de verano

    Eastern Standard Time — ( in US) hora f de la costa atlántica

    not to give somebody the time of dayno darle* a algn ni la hora

    to pass the time of day (with somebody): now she never even passes the time of day with me ahora ni siquiera me saluda; we passed the time of day charlamos un ratito; (before n) time switch temporizador m; time zone — huso m horario

    b) c u ( of event) hora f

    do you know the times of the trains? — ¿sabes el horario de los trenes?

    time FOR something/to + INF: we have to arrange a time for the next meeting tenemos que fijar una fecha y hora para la próxima reunión; is it time to go yet? ¿ya es hora de irse?; it's time you left o you were leaving es hora de que te vayas; at breakfast time — a la hora del desayuno

    11) c ( point in time)

    at the present/this particular time — en este momento/este preciso momento

    by that o this time we were really worried — para entonces ya estábamos preocupadísimos

    from that time on — a partir de entonces, desde entonces

    it's high time somebody did somethingya es hora or ya va siendo hora de que alguien haga algo

    she's resigned, and not before time — ha renunciado, y ya era hora

    my/her time has come — me/le ha llegado el momento

    to die before one's timemorir* tempranamente or prematuramente

    12) c (instance, occasion) vez f

    I've been there many a time o many times — he estado allí en numerosas ocasiones or muchas veces

    nine times out of ten — en el noventa por ciento de los casos, la gran mayoría de las veces

    let's leave it for another o some other time — dejémoslo para otro momento

    you paid (the) last timela última vez or la otra vez pagaste tú

    for the last time: no! — por última vez no!

    about time: it's about time someone told him ya es hora or ya va siendo hora de que alguien se lo diga; I've finished - and about time too! he terminado - ya era hora!; ahead of time: the first stage was completed ahead of time la primera fase se terminó antes de tiempo; any time: come any time ven cuando quieras or en cualquier momento; call me any time between nine and eleven llámame a cualquier hora entre las nueve y las once; I'd rather work for Mary any time yo prefiero trabajar para Mary, toda la vida (y cien años más); they should be here any time (now) en cualquier momento llegan, deben de estar por llegar de un momento al otro; at a time: four at a time de cuatro en cuatro or (AmL tb) de a cuatro; one at a time! de a uno!, uno por uno! or uno por vez!; I can only do one thing at a time sólo puedo hacer una cosa a la or por vez; for months at a time durante meses enteros; at the same time ( simultaneously) al mismo tiempo; ( however) (as linker) al mismo tiempo, de todas formas; at times a veces; at this time (AmE) ahora, en este momento; every time: I make the same mistake every time! siempre cometo el mismo error!; gin or whisky? - give me whisky every time! ¿ginebra or whisky? - para mí whisky, toda la vida; every o each time (as conj) ( whenever) cada vez; from time to time de vez en cuando; on time ( on schedule): the buses hardly ever run on time los autobuses casi nunca pasan a su hora or puntualmente; she's never on time nunca llega temprano, siempre llega tarde; time after time o time and (time) again — una y otra vez

    14) c ( experience)

    to have a good/bad/hard time — pasarlo bien/mal/muy mal

    have a good time!que te diviertas (or que se diviertan etc)!, que lo pases (or pasen etc) bien!

    don't give me a hard time — (esp AmE) no me mortifiques

    thank you for a lovely time — gracias por todo, lo hemos pasado estupendamente

    15) u ( Mus) compás m

    out of time — descompasado, fuera de compás

    to beat/keep time — marcar*/seguir* el compás

    to mark time — ( march on the spot) marcar* el paso; ( make no progress) hacer* tiempo; (before n)

    time signaturellave f de tiempo

    16) times pl ( Math)

    it's four times bigger — es cuatro veces más grande; (before n)

    times tabletabla f de multiplicar


    II
    a) ( Sport) cronometrar

    the demonstration was timeed to coincide with his arrival — la hora de la manifestación estaba calculada para coincidir con su llegada

    his shot was badly timed — no calculó bien el momento en que debía chutar/disparar

    [taɪm]
    1. N
    1) (gen) tiempo m

    as time goes on or by — con el (paso del) tiempo, a medida que pasa/pasaba el tiempo

    race against time — carrera f contra (el) reloj

    for all time — para siempre

    Father Time — el Tiempo

    to find (the) time for sth — encontrar tiempo para algo

    time fliesel tiempo vuela

    how time flies! — ¡cómo pasa el tiempo!

    to gain time — ganar tiempo

    half the time he's drunk — la mayor parte del tiempo está borracho

    to have (the) time (to do sth) — tener tiempo (para hacer algo)

    to make time — (US) * ganar tiempo, apresurarse

    to make up for lost time — recuperar el tiempo perdido

    it's only a matter or question of time before it falls — solo es cuestión de tiempo antes de que caiga

    I've no time for him — (too busy) no tengo tiempo para él; (contemptuous) no le aguanto

    my time is my ownyo dispongo de mi tiempo

    time is on our sideel tiempo obra a nuestro favor

    time and spaceel tiempo y el espacio

    to take time, it takes time — requiere tiempo, lleva su tiempo

    take your time! — tómate el tiempo que necesites, ¡no hay prisa!

    you certainly took your time!iro ¡no es precisamente que te mataras corriendo!

    (only) time will tellel tiempo lo dirá

    to have time on one's hands —

    once you retire you'll have time on your hands — cuando te hayas jubilado, tendrás todo el tiempo del mundo

    - kill time
    - pass the time of day with sb
    - play for time
    - be pressed for time
    spare, waste
    2) (=period of time) tiempo m, período m; (relatively short) rato m

    have you been here all this time? — ¿has estado aquí todo este tiempo?

    for the time being — por ahora, de momento

    for a time — durante un rato; (longer) durante una temporada

    a long time — mucho tiempo

    a long time ago — hace mucho (tiempo), hace tiempo

    in no time at all — en un abrir y cerrar de ojos

    it will last our time — durará lo que nosotros

    a short time — poco tiempo, un rato

    a short time after — poco (tiempo) después, al poco tiempo

    for some time past — de algún tiempo a esta parte

    after some time she looked up at me/wrote to me — después de cierto tiempo levantó la vista hacia mí/me escribió, pasado algún tiempo levantó la vista hacia mí/me escribió

    in a week's time — dentro de una semana

    in two weeks' time — en dos semanas, al cabo de dos semanas

    - do time
    serve

    on Saturdays they pay time and a halflos sábados pagan lo normal más la mitad

    he did it in his own time — lo hizo en su tiempo libre or fuera de (las) horas de trabajo

    to be on short time, work short time — trabajar en jornadas reducidas

    full-time, part-time, short-time
    4) (=moment, point of time) momento m

    about time too! — ¡ya era hora!

    come (at) any time (you like) — ven cuando quieras

    at times — a veces, a ratos

    at all times — siempre, en todo momento

    to die before one's time — morir temprano

    not before time! — ¡ya era hora!

    between times — en los intervalos

    by the time he arrived — para cuando él llegó

    by this time — ya, antes de esto

    to choose one's time carefully — elegir con cuidado el momento más propicio

    the time has come to leave — ha llegado el momento de irse

    at a convenient time — en un momento oportuno

    at any given time — en cualquier momento dado

    her time was drawing near — (to give birth) se acercaba el momento de dar a luz; (to die) estaba llegando al final de su vida

    it's high time you got a job — ya va siendo hora de que consigas un trabajo

    at my time of life — a mi edad, con los años que yo tengo

    at no time did I mention it — no lo mencioné en ningún momento

    now is the time to go — ahora es el momento de irse

    at odd times — (=occasionally) de vez en cuando

    from that time on — a partir de entonces, desde entonces

    at one time — en cierto momento, en cierta época

    this is neither the time nor the place to discuss it — este no es ni el momento ni el lugar oportuno para hablar de eso

    at the present time — actualmente, en la actualidad

    at the proper time — en el momento oportuno

    at the same time — (=simultaneously) al mismo tiempo, a la vez; (=even so) al mismo tiempo, por otro lado

    until such time as he agrees — hasta que consienta

    at that time — por entonces, en aquel entonces, en aquella época

    at this particular time — en este preciso momento

    at this time of the yearen esta época del año

    bide
    5) (by clock) hora f

    what's the time? — ¿qué hora es?

    the time is 2.30 — son las dos y media

    "time gentlemen please!" — "¡se cierra!"

    to arrive ahead of time — llegar temprano

    at any time of the day or night — en cualquier momento or a cualquier hora del día o de la noche

    to be 30 minutes behind time — llevar 30 minutos de retraso

    it's coffee time — es la hora del café

    at this time of daya esta hora

    it's time for the news — es (la) hora de las noticias

    let me know in good time — avíseme con anticipación

    to start in good time — partir a tiempo, partir pronto

    have you got the (right) time? — ¿tiene la hora (exacta)?

    Greenwich mean time — hora f de Greenwich

    we were just in time to see it — llegamos justo a tiempo para verlo

    a watch that keeps good time — un reloj muy exacto

    just look at the time! — ¡fíjate qué hora es ya!, ¡mira qué tarde es!

    what time do you make it?, what do you make the time? — ¿qué hora es or tiene?

    to be on time — [person] ser puntual, llegar puntualmente; [train, plane] llegar puntual

    to tell the time — [clock] dar la hora; [child] saber decir la hora

    see closing, opening
    6) (=era, period) tiempo m, época f

    in Elizabethan times — en tiempos isabelinos, en la época isabelina

    what times they were!, what times we had! — ¡qué tiempos aquellos!

    to be ahead of one's time — adelantarse a su época

    that was all before my time — todo eso fue antes de mis tiempos

    to be behind the times — [person] estar atrasado de noticias; [thing, idea] estar fuera de moda, haber quedado anticuado

    how times change! — ¡cómo cambian las cosas!

    in times to comeen tiempos venideros

    times were hardfueron tiempos duros

    to keep abreast of or up with the times — ir con los tiempos, mantenerse al día

    the times we live in — los tiempos en que vivimos

    in modern times — en tiempos modernos

    to move with the times — ir con los tiempos, mantenerse al día

    in olden times, in times past — en otro tiempo, antiguamente

    time was when... — hubo un tiempo en que...

    sign
    7) (=experience)

    to have a bad or rough or thin time (of it) — pasarlo mal, pasarlas negras

    to have a good time — pasarlo bien, divertirse

    we had a high old time *lo hemos pasado en grande *

    we have a lovely time — lo pasamos la mar de bien *

    have a nice time! — ¡que lo pases/paséis etc bien!

    to make the big time — alcanzar el éxito, triunfar

    big-time
    8) (=occasion) vez f

    I remember the time he came here — recuerdo la ocasión en que vino por aquí, me acuerdo de cuando vino por aquí

    time after time, time and again — repetidas veces, una y otra vez

    to carry three boxes at a time — llevar tres cajas a la vez

    each time, every time — cada vez

    it's the best, every time! — ¡es el mejor, no hay duda!

    give me beer every time! — ¡para mí, siempre cerveza!

    the first time I did it — la primera vez que lo hice

    last time — la última vez

    many times — muchas veces

    many's the time... — no una vez, sino muchas...

    next time — la próxima vez, a la próxima (esp LAm)

    the second time round(=second marriage) la segunda intentona de matrimonio

    several times — varias veces

    this time — esta vez

    at various times in the past — en determinados momentos del pasado

    9) (Mus) compás m

    in 3/4 time — al compás de 3 por 4

    to beat time — marcar el compás

    in time to the music — al compás de la música

    to keep time — llevar el compás

    to get out of time — perder el compás

    beat 2., 4), mark II, 2., 7)
    10) (Math)

    it's five times faster than or as fast as yours — es cinco veces más rápido que el tuyo

    11) (Mech)
    2. VT
    1) (=schedule) planear, calcular; (=choose time of) [+ remark, request] elegir el momento para

    the race is timed for 8.30 — el comienzo de la carrera está previsto para las 8.30

    the strike was carefully timed to cause maximum disruption — se había escogido el momento de la huelga para ocasionar el mayor trastorno posible

    ill-timed, well-timed
    2) (=reckon time of) [+ call, journey] calcular la duración de; (with stopwatch) cronometrar

    to time o.s. — cronometrarse

    3.
    CPD

    time and motion study Nestudio m de tiempos y movimientos

    time bomb Nbomba f de relojería

    time capsule Ncápsula f del tiempo

    time card Ntarjeta f de registro horario

    time check N — (Sport) control m de tiempos

    can I have a time check, please? — ¿qué hora es ahora, por favor?

    time clock Nreloj m registrador, reloj m de control de asistencia

    time deposit N(US) depósito m a plazo

    time difference Ndiferencia f horaria

    time exposure N — (Phot) exposición f

    time frame Nmargen m de tiempo

    time fuse Ntemporizador m, espoleta f graduada, espoleta f de tiempo

    time lag N(=delay) retraso m; (=lack of synchronization) desfase m

    time limit Nplazo m, límite m de tiempo; (=closing date) fecha f tope

    time loan N(US) préstamo m a plazo fijo

    time lock Ncerradura f de tiempo

    time machine Nmáquina f de transporte a través del tiempo

    time management Ngestión f del tiempo

    time management consultant Nconsultor(a) m / f de gestión del tiempo

    time management course Ncurso m de gestión del tiempo

    time management skills NPLtécnicas fpl de gestión del tiempo

    time management training Nformación f en gestión del tiempo

    time off N(=free time) tiempo m libre

    time out N(esp US) (Sport) (also fig) tiempo m muerto

    to take time out (from sth/from doing sth) — descansar (de algo/de hacer algo)

    time payment N(US) pago m a plazos

    time saver N

    time sheet N= time card

    time signal Nseñal f horaria

    time signature N — (Mus) compás m, signatura f de compás

    time slice Nfracción f de tiempo

    time slot Nfranja f horaria

    time span Nperiodo m de tiempo

    time switch Ninterruptor m horario

    time trial N — (Cycling) prueba f contra reloj, contrarreloj f

    time warp Nsalto m en el tiempo, túnel m del tiempo

    time zone Nhuso m horario

    * * *

    I [taɪm]
    1) noun
    2) u (past, present, future) tiempo m

    as time goes by o passes — a medida que pasa el tiempo, con el paso or el correr del tiempo

    at this point o moment in time — en este momento, en el momento presente

    time and tide wait for no man — el tiempo pasa inexorablemente; (before n) < travel> en el tiempo

    time machinemáquina f del tiempo

    3) u (time available, necessary for something) tiempo m

    could I have five minutes of your time? — ¿podría concederme cinco minutos?

    to make time for something — hacer(se)* or encontrar* tiempo para algo

    to make time — ( hurry) (AmE colloq) darse* prisa, apurarse (AmL)

    I spend all my time reading/thinking — me paso todo el tiempo leyendo/pensando

    it takes time to get used to the climatelleva or toma tiempo acostumbrarse al clima

    to take one's time: just take your time tómate todo el tiempo que necesites or quieras; you took your time! cómo has tardado!; to buy time ganar tiempo; to have a lot of/no time for somebody/something: I have no time for people like her no soporto a la gente como ella; I've got a lot of time for him me cae muy bien; to have time on one's hands: I had time on my hands me sobraba el tiempo; to play for time — tratar de ganar tiempo

    4) (no pl) (period - of days, months, years) tiempo m; (- of hours) rato m

    they lived in Paris for a time/for a long time — vivieron un tiempo/mucho tiempo or muchos años en París

    long time no see! — (colloq) tanto tiempo (sin verte)!

    some time later they moved to Brussels — (un) tiempo después se mudaron a Bruselas, tras cierto tiempo se mudaron a Bruselas

    for some considerable time o for quite some time now there have been rumors that... — hace ya bastante tiempo que se rumorea que...

    in an hour's/three months'/ten years' time — dentro de una hora/tres meses/diez años

    cooking timetiempo m de cocción

    your time's upse te (or les etc) ha acabado el tiempo

    for the time being — por el momento, de momento

    to serve o (colloq) do time — cumplir una condena, estar* a la sombra (fam)

    all the time — ( constantly) constantemente; ( the whole period) todo el tiempo

    in time — ( early enough) a tiempo; ( eventually) con el tiempo

    all in good time — cada cosa a su tiempo, todo a su debido tiempo

    in no time (at all) — rapidísimo, en un abrir y cerrar de ojos, en un santiamén

    6) u ( airtime) (Rad, TV) espacio m
    7) u c (for journey, race, task) tiempo m

    what's your fastest time over 400m? — ¿cuál es tu mejor tiempo or marca en los 400 metros?

    to take o (BrE also) have time off — tomarse tiempo libre

    9)
    a) c (epoch, age) (often pl) época f, tiempo m

    at one timeen una época or un tiempo, en otros tiempos

    in times of crisisen épocas or tiempos de crisis

    in Tudor times — en la época de los Tudor, en tiempos de los Tudor

    there was a time when o time was when... — hubo un tiempo cuando...

    in times to come — en el futuro, en tiempos venideros

    to be ahead of one's time: he's ahead/he was ahead of his time se ha adelantado/se adelantó a su época; to be behind the times \<\<ideas\>\> ser* anticuado, estar* desfasado; \<\<person\>\> estar* atrasado de noticias (fam); to keep up with o abreast of the times — mantenerse* al día

    I've seen some funny things in my time but... — he visto cosas raras en mi vida pero...

    10)
    a) u ( by clock) hora f

    what's the time?, what time is it? — ¿qué hora es?

    do you have the time? — ¿tienes hora?

    the time is ten minutes to ten — son las diez menos diez minutos, son diez para las diez (AmL exc RPl)

    to be able to tell the time o (AmE also) tell time — saber* (decir) la hora

    British Summer Timehorario m de verano

    Eastern Standard Time — ( in US) hora f de la costa atlántica

    not to give somebody the time of dayno darle* a algn ni la hora

    to pass the time of day (with somebody): now she never even passes the time of day with me ahora ni siquiera me saluda; we passed the time of day charlamos un ratito; (before n) time switch temporizador m; time zone — huso m horario

    b) c u ( of event) hora f

    do you know the times of the trains? — ¿sabes el horario de los trenes?

    time FOR something/to + INF: we have to arrange a time for the next meeting tenemos que fijar una fecha y hora para la próxima reunión; is it time to go yet? ¿ya es hora de irse?; it's time you left o you were leaving es hora de que te vayas; at breakfast time — a la hora del desayuno

    11) c ( point in time)

    at the present/this particular time — en este momento/este preciso momento

    by that o this time we were really worried — para entonces ya estábamos preocupadísimos

    from that time on — a partir de entonces, desde entonces

    it's high time somebody did somethingya es hora or ya va siendo hora de que alguien haga algo

    she's resigned, and not before time — ha renunciado, y ya era hora

    my/her time has come — me/le ha llegado el momento

    to die before one's timemorir* tempranamente or prematuramente

    12) c (instance, occasion) vez f

    I've been there many a time o many times — he estado allí en numerosas ocasiones or muchas veces

    nine times out of ten — en el noventa por ciento de los casos, la gran mayoría de las veces

    let's leave it for another o some other time — dejémoslo para otro momento

    you paid (the) last timela última vez or la otra vez pagaste tú

    for the last time: no! — por última vez no!

    about time: it's about time someone told him ya es hora or ya va siendo hora de que alguien se lo diga; I've finished - and about time too! he terminado - ya era hora!; ahead of time: the first stage was completed ahead of time la primera fase se terminó antes de tiempo; any time: come any time ven cuando quieras or en cualquier momento; call me any time between nine and eleven llámame a cualquier hora entre las nueve y las once; I'd rather work for Mary any time yo prefiero trabajar para Mary, toda la vida (y cien años más); they should be here any time (now) en cualquier momento llegan, deben de estar por llegar de un momento al otro; at a time: four at a time de cuatro en cuatro or (AmL tb) de a cuatro; one at a time! de a uno!, uno por uno! or uno por vez!; I can only do one thing at a time sólo puedo hacer una cosa a la or por vez; for months at a time durante meses enteros; at the same time ( simultaneously) al mismo tiempo; ( however) (as linker) al mismo tiempo, de todas formas; at times a veces; at this time (AmE) ahora, en este momento; every time: I make the same mistake every time! siempre cometo el mismo error!; gin or whisky? - give me whisky every time! ¿ginebra or whisky? - para mí whisky, toda la vida; every o each time (as conj) ( whenever) cada vez; from time to time de vez en cuando; on time ( on schedule): the buses hardly ever run on time los autobuses casi nunca pasan a su hora or puntualmente; she's never on time nunca llega temprano, siempre llega tarde; time after time o time and (time) again — una y otra vez

    14) c ( experience)

    to have a good/bad/hard time — pasarlo bien/mal/muy mal

    have a good time!que te diviertas (or que se diviertan etc)!, que lo pases (or pasen etc) bien!

    don't give me a hard time — (esp AmE) no me mortifiques

    thank you for a lovely time — gracias por todo, lo hemos pasado estupendamente

    15) u ( Mus) compás m

    out of time — descompasado, fuera de compás

    to beat/keep time — marcar*/seguir* el compás

    to mark time — ( march on the spot) marcar* el paso; ( make no progress) hacer* tiempo; (before n)

    time signaturellave f de tiempo

    16) times pl ( Math)

    it's four times bigger — es cuatro veces más grande; (before n)

    times tabletabla f de multiplicar


    II
    a) ( Sport) cronometrar

    the demonstration was timeed to coincide with his arrival — la hora de la manifestación estaba calculada para coincidir con su llegada

    his shot was badly timed — no calculó bien el momento en que debía chutar/disparar

    English-spanish dictionary > time

  • 10 pasa

    Del verbo pasar: ( conjugate pasar) \ \
    pasa es: \ \
    3ª persona singular (él/ella/usted) presente indicativo
    2ª persona singular (tú) imperativo
    Multiple Entries: pasa     pasar
    pasa sustantivo femenino raisin
    pasar ( conjugate pasar) verbo intransitivo 1
    a) ( ir por un lugar) to come/go past;
    no ha pasado ni un taxi not one taxi has come/gone past;
    los otros coches no podían pasa the other cars weren't able to get past; no dejan pasa a nadie they're not letting anyone through; pasa de largo to go right o straight past; pasa por la aduana to go through customs; es un vuelo directo, no pasa por Miami it's a direct flight, it doesn't go via Miami; ¿este autobús pasa por el museo? does this bus go past the museum?; pasamos por delante de su casa we went past her house; pasaba por aquí y … I was just passing by o I was in the area and …
    ¿podríamos pasa por el banco? can we stop off at the bank?;
    pasa un día por casa why don't you drop o come by the house sometime?; puede pasa a recogerlo mañana you can come and pick it up tomorrow
    pasa de un lado a otro [persona/barco] to go o cross from one side to the other;
    [ humedad] to go through from one side to the other
    d) ( caber):
    2 ( entraracercándose al hablante) to come in; (— alejándose del hablante) to go in;
    pase, por favor please, do come in;
    ¡que pase el siguiente! next, please!; haga pasa al Sr Díaz show Mr Díaz in please 3
    a) (transmitirse, transferirse) [corona/título] to pass;
    b) ( comunicar):
    te paso con Javier ( en el mismo teléfono) I'll hand o pass you over to Javier;
    ( en otro teléfono) I'll put you through to Javier 4
    a) (Educ) to pass;
    pasa de curso to get through o pass one's end-of-year exams
    no está perfecto, pero puede pasa it's not perfect, but it'll do;
    por esta vez, (que) pase I'll let it pass o go this time 5 ver tb hacerse II 3 ( suceder) to happen; lo que pasa es que… the thing o the problem is …; pase lo que pase whatever happens, come what may; siempre pasa igual or lo mismo it's always the same; ¿qué pasa? what's the matter?, what's up? (colloq); ¿qué te pasa? what's the matter with you?; ¿qué te pasó en el ojo? what happened to your eye?; ¿qué le pasa a la tele? what's wrong with the TV?; eso le pasa a cualquiera that can happen to anybody; no le pasó nada nothing happened to him 1 ( transcurrir) [tiempo/años] to pass, go by;
    pasaon muchos años many years went by o passed;
    ya han pasado dos horas it's been two hours now; un año pasa muy rápido a year goes very quickly; ¡cómo pasa el tiempo! doesn't time fly! 2 ( cesar) [crisis/mal momento] to be over; [ efecto] to wear off; [ dolor] to go away 3 ( arreglárselas) pasa sin algo to manage without sth verbo transitivo 1
    a) (cruzar, atravesar) ‹ frontera to cross;
    pueblo/ciudad to go through
    b) ( dejar atrás) ‹edificio/calle to go past
    c) (adelantar, sobrepasar) to overtake
    2
    a) ( hacer atravesar) pasa algo POR algo to put sth through sth;
    b) (por la aduana —legalmente) to take through;
    (— ilegalmente) to smuggle 3 ( hacer recorrer): pásale un trapo al piso give the floor a quick wipe; hay que pasale una plancha it needs a quick iron 4 (exhibir, mostrar) ‹película/anuncio to show 5examen/prueba to pass 6página/hoja to turn;
    pasa por altofalta/error to overlook;
    tema/punto to leave out, omit 1 (entregar, hacer llegar): ¿me pasas el martillo? can you pass me the hammer? 2 ( contagiar) to give, to pass on 1
    a) tiempo to spend;
    fuimos a Toledo a pasa el día we went to Toledo for the day pasa todo el día al teléfono she spends all day on the phone
    c) pasarlo or pasarla bien to have a good time;
    ¿qué tal lo pasaste en la fiesta? did you have a good time at the party?, did you enjoy the party?;
    lo pasé mal I didn't enjoy myself 2 (sufrir, padecer) ‹penalidades/desgracias to go through, to suffer;
    pasé mucho miedo/frío I was very frightened/cold
    pasarse verbo pronominal 1 ( cambiarse): 2 esta vez te has pasado (fam) you've gone too far this time
    b) ( enf) (fam) (ir):
    ¿podrías pasate por el mercado? could you go down to the market? 3
    a) [peras/tomates] to go bad, get overripe;
    [carne/pescado] to go off, go bad; [ leche] to go off, go sour
    b) (recocerse) [arroz/pasta] to get overcooked
    1 [ dolor] to go away; (+ me/te/le etc)
    ya se me pasó el dolor the pain's gone o eased now;
    espera a que se le pase el enojo wait until he's calmed o cooled down ver tb pasar verbo transitivo III 1 2 (+ me/te/le etc)
    a) ( olvidarse):

    pasa f Culin raisin
    pasa de Corinto, currant
    pasar
    I verbo transitivo
    1 to pass
    2 (trasladar) to move
    3 (dar) to pass, give: no me pasó el recado, he didn't give me the message
    4 (hojas de libro) to turn
    5 (el tiempo, la vida) to spend, pass
    6 (soportar, sufrir) to suffer, endure: está pasando una crisis personal, she's going through a personal crisis
    pasamos sed y calor, we suffered thirst and heat
    7 (río, calle, frontera) to cross
    8 (tragar) to swallow
    9 (tolerar, aguantar) to bear
    10 (introducir) to insert, put through
    11 (un examen, una eliminatoria) to pass
    12 Cine to run, show: este sábado pasan Ben Hur, they're putting Ben Hur on this Saturday
    II verbo intransitivo
    1 to pass: ¿a qué hora pasa el tren?, what time does the train pass?
    Cervantes pasó por aquí, Cervantes passed this way
    ya pasó, it has already passed
    pasar de largo, to go by (without stopping)
    2 (entrar) to come in
    3 (ser tolerable) to be acceptable: no está mal, puede pasar, it isn't bad, it will do
    4 (exceder) to surpass: no pases de los 70 km/h, don't exceed 70 km/h
    5 (a otro asunto) to go on to
    pasar a ser, to become
    6 (tiempo) to pass, go by
    7 (arreglarse, apañarse) pasar sin, to do without: puedo pasar sin coche, I can manage without a car
    8 fam (no tener interés, prescindir) pasa de lo que digan, don't mind what they say
    paso de ir al cine, I'll give the cinema a miss
    9 (suceder) to happen: ¿qué pasa?, what's going on?
    ¿qué le pasa?, what's the matter with him?
    pase lo que pase, whatever happens o come what may Locuciones: pasar algo a limpio, to make a fair copy of sthg
    pasarlo bien/mal, to have a good/difficult time
    pasar por, to put up with: paso por que me digas que estoy gorda, pero no pienso tolerar que me amargues cada comida, I can handle you calling me fat, but I'm not having you ruin every single meal for me
    pasar por alto, to overlook: pasaré por alto esa observación, I'll just ignore that remark ' pasa' also found in these entries: Spanish: adivinar - alterna - alterno - apoltronarse - así - atusarse - barriga - ciruela - contrabando - le - limpia - limpio - olímpicamente - pasar - trastada - uva - cháchara - colgar - entender - fuera - mentira - mijo - parte - por - que - te - tesoro - tiempo - trácala - ver English: about - come over - couch potato - currant - dust - give - gripe - half - happen - harm - hell - hiatus - joke - jump out - loaf - matter - moon over sb - mope about - mope around - outdoorsman - overdo - pass - passing - prune - raisin - step inside - sultana - tick away - trouble - under - up - what - wrong - amiss - by - do - get - go - hurt - inside - problem - sit - something - thing - wait

    English-spanish dictionary > pasa

  • 11 pasado

    Del verbo pasar: ( conjugate pasar) \ \
    pasado es: \ \
    el participio
    Multiple Entries: pasado     pasar
    pasado 1
    ◊ -da adjetivo
    1 ( en expresiones de tiempo):
    el año/sábado pasado last year/Saturday;
    pasados dos días after two days; son las cinco pasadas it's after o past five o'clock; pasado mañana the day after tomorrow 2 ( anticuado) tb 3 fruta overripe; ‹arroz/pastas overcooked; ‹ leche sour; el filete muy pasado, por favor I'd like my steak well done
    pasado 2 sustantivo masculino
    b) (Ling) past (tense)

    pasar ( conjugate pasar) verbo intransitivo 1
    a) ( ir por un lugar) to come/go past;
    no ha pasado ni un taxi not one taxi has come/gone past;
    los otros coches no podían pasado the other cars weren't able to get past; no dejan pasado a nadie they're not letting anyone through; pasado de largo to go right o straight past; pasado por la aduana to go through customs; es un vuelo directo, no pasa por Miami it's a direct flight, it doesn't go via Miami; ¿este autobús pasa por el museo? does this bus go past the museum?; pasamos por delante de su casa we went past her house; pasaba por aquí y … I was just passing by o I was in the area and …
    ¿podríamos pasado por el banco? can we stop off at the bank?;
    pasa un día por casa why don't you drop o come by the house sometime?; puede pasado a recogerlo mañana you can come and pick it up tomorrow
    pasado de un lado a otro [persona/barco] to go o cross from one side to the other;
    [ humedad] to go through from one side to the other
    d) ( caber):
    2 ( entraracercándose al hablante) to come in; (— alejándose del hablante) to go in;
    pase, por favor please, do come in;
    ¡que pase el siguiente! next, please!; haga pasado al Sr Díaz show Mr Díaz in please 3
    a) (transmitirse, transferirse) [corona/título] to pass;
    b) ( comunicar):
    te paso con Javier ( en el mismo teléfono) I'll hand o pass you over to Javier;
    ( en otro teléfono) I'll put you through to Javier 4
    a) (Educ) to pass;
    pasado de curso to get through o pass one's end-of-year exams
    no está perfecto, pero puede pasado it's not perfect, but it'll do;
    por esta vez, (que) pase I'll let it pass o go this time 5 ver tb hacerse II 3 ( suceder) to happen; lo que pasa es que… the thing o the problem is …; pase lo que pase whatever happens, come what may; siempre pasa igual or lo mismo it's always the same; ¿qué pasa? what's the matter?, what's up? (colloq); ¿qué te pasa? what's the matter with you?; ¿qué te pasó en el ojo? what happened to your eye?; ¿qué le pasa a la tele? what's wrong with the TV?; eso le pasa a cualquiera that can happen to anybody; no le pasó nada nothing happened to him 1 ( transcurrir) [tiempo/años] to pass, go by;
    pasadoon muchos años many years went by o passed;
    ya han pasado dos horas it's been two hours now; un año pasa muy rápido a year goes very quickly; ¡cómo pasa el tiempo! doesn't time fly! 2 ( cesar) [crisis/mal momento] to be over; [ efecto] to wear off; [ dolor] to go away 3 ( arreglárselas) pasado sin algo to manage without sth verbo transitivo 1
    a) (cruzar, atravesar) ‹ frontera to cross;
    pueblo/ciudad to go through
    b) ( dejar atrás) ‹edificio/calle to go past
    c) (adelantar, sobrepasar) to overtake
    2
    a) ( hacer atravesar) pasado algo POR algo to put sth through sth;
    b) (por la aduana —legalmente) to take through;
    (— ilegalmente) to smuggle 3 ( hacer recorrer): pásale un trapo al piso give the floor a quick wipe; hay que pasadole una plancha it needs a quick iron 4 (exhibir, mostrar) ‹película/anuncio to show 5examen/prueba to pass 6página/hoja to turn;
    pasado por altofalta/error to overlook;
    tema/punto to leave out, omit 1 (entregar, hacer llegar): ¿me pasas el martillo? can you pass me the hammer? 2 ( contagiar) to give, to pass on 1
    a) tiempo to spend;
    fuimos a Toledo a pasado el día we went to Toledo for the day pasa todo el día al teléfono she spends all day on the phone
    c) pasarlo or pasarla bien to have a good time;
    ¿qué tal lo pasaste en la fiesta? did you have a good time at the party?, did you enjoy the party?;
    lo pasé mal I didn't enjoy myself 2 (sufrir, padecer) ‹penalidades/desgracias to go through, to suffer;
    pasé mucho miedo/frío I was very frightened/cold
    pasarse verbo pronominal 1 ( cambiarse): 2 esta vez te has pasado (fam) you've gone too far this time
    b) ( enf) (fam) (ir):
    ¿podrías pasadote por el mercado? could you go down to the market? 3
    a) [peras/tomates] to go bad, get overripe;
    [carne/pescado] to go off, go bad; [ leche] to go off, go sour
    b) (recocerse) [arroz/pasta] to get overcooked
    1 [ dolor] to go away; (+ me/te/le etc)
    ya se me pasó el dolor the pain's gone o eased now;
    espera a que se le pase el enojo wait until he's calmed o cooled down ver tb pasar verbo transitivo III 1 2 (+ me/te/le etc)
    a) ( olvidarse):

    pasado,-a
    I adjetivo
    1 (último) last
    2 (sin actualidad, trasnochado) old-fashioned: le di un número pasado de la revista, I gave him a back number of the magazine
    3 (estropeado, podrido) bad: creo que esta carne está pasada, I think this meat is off
    4 Culin cooked
    un filete poco pasado, a rare steak 5 pasado mañana, the day after tomorrow
    II sustantivo masculino past: no puede recordar el pasado más reciente, he's got a bad short-term memory
    tiene un oscuro pasado, his past is a mystery
    pasar
    I verbo transitivo
    1 to pass
    2 (trasladar) to move
    3 (dar) to pass, give: no me pasó el recado, he didn't give me the message
    4 (hojas de libro) to turn
    5 (el tiempo, la vida) to spend, pass
    6 (soportar, sufrir) to suffer, endure: está pasando una crisis personal, she's going through a personal crisis
    pasamos sed y calor, we suffered thirst and heat
    7 (río, calle, frontera) to cross
    8 (tragar) to swallow
    9 (tolerar, aguantar) to bear
    10 (introducir) to insert, put through
    11 (un examen, una eliminatoria) to pass
    12 Cine to run, show: este sábado pasan Ben Hur, they're putting Ben Hur on this Saturday
    II verbo intransitivo
    1 to pass: ¿a qué hora pasa el tren?, what time does the train pass?
    Cervantes pasó por aquí, Cervantes passed this way
    ya pasó, it has already passed
    pasar de largo, to go by (without stopping)
    2 (entrar) to come in
    3 (ser tolerable) to be acceptable: no está mal, puede pasar, it isn't bad, it will do
    4 (exceder) to surpass: no pases de los 70 km/h, don't exceed 70 km/h
    5 (a otro asunto) to go on to
    pasar a ser, to become
    6 (tiempo) to pass, go by
    7 (arreglarse, apañarse) pasar sin, to do without: puedo pasar sin coche, I can manage without a car
    8 fam (no tener interés, prescindir) pasa de lo que digan, don't mind what they say
    paso de ir al cine, I'll give the cinema a miss
    9 (suceder) to happen: ¿qué pasa?, what's going on?
    ¿qué le pasa?, what's the matter with him?
    pase lo que pase, whatever happens o come what may Locuciones: pasar algo a limpio, to make a fair copy of sthg
    pasarlo bien/mal, to have a good/difficult time
    pasar por, to put up with: paso por que me digas que estoy gorda, pero no pienso tolerar que me amargues cada comida, I can handle you calling me fat, but I'm not having you ruin every single meal for me
    pasar por alto, to overlook: pasaré por alto esa observación, I'll just ignore that remark ' pasado' also found in these entries: Spanish: año - añorar - antigua - antiguo - atrincherarse - caduca - caduco - desempolvar - devengar - enfado - exposición - exterior - fecha - guerrear - honrosa - honroso - huevo - inspección - mañana - moda - oscura - oscuro - pasada - poder - preferir - recién - recordar - renegar - revolver - romper - soler - trasnochada - trasnochado - volver - ya - accidentado - atrasado - calamidad - comparación - el - hurgar - luego - lunes - menos - mes - olvidar - participio - pasar - remover - rosca English: after - ago - appreciate - beyond - block out - break with - bumper - bygone - clarify - climbing - come out - dated - day - day off - deprivation - dissociate - disturbance - do - downturn - expatriate - forget - free - glance - go - go over to - go through - guess - hand down - lie - move away - murky - notice - now - old-fashioned - on - ordeal - out - outmoded - part - past - public - rake up - recapture - remember - remnant - retrace - shady - sit about - sit around - soggy

    English-spanish dictionary > pasado

  • 12 paso

    Del verbo pasar: ( conjugate pasar) \ \
    paso es: \ \
    1ª persona singular (yo) presente indicativo

    pasó es: \ \
    3ª persona singular (él/ella/usted) pretérito indicativo
    Multiple Entries: pasar     paso
    pasar ( conjugate pasar) verbo intransitivo 1
    a) ( ir por un lugar) to come/go past;
    no ha pasado ni un taxi not one taxi has come/gone past;
    los otros coches no podían paso the other cars weren't able to get past; no dejan paso a nadie they're not letting anyone through; paso de largo to go right o straight past; paso por la aduana to go through customs; es un vuelo directo, no pasa por Miami it's a direct flight, it doesn't go via Miami; ¿este autobús pasa por el museo? does this bus go past the museum?; pasamos por delante de su casa we went past her house; pasaba por aquí y … I was just passing by o I was in the area and …
    ¿podríamos paso por el banco? can we stop off at the bank?;
    pasa un día por casa why don't you drop o come by the house sometime?; puede paso a recogerlo mañana you can come and pick it up tomorrow
    paso de un lado a otro [persona/barco] to go o cross from one side to the other;
    [ humedad] to go through from one side to the other
    d) ( caber):
    2 ( entraracercándose al hablante) to come in; (— alejándose del hablante) to go in;
    pase, por favor please, do come in;
    ¡que pase el siguiente! next, please!; haga paso al Sr Díaz show Mr Díaz in please 3
    a) (transmitirse, transferirse) [corona/título] to pass;
    b) ( comunicar):
    te paso con Javier ( en el mismo teléfono) I'll hand o pass you over to Javier;
    ( en otro teléfono) I'll put you through to Javier 4
    a) (Educ) to pass;
    paso de curso to get through o pass one's end-of-year exams
    no está perfecto, pero puede paso it's not perfect, but it'll do;
    por esta vez, (que) pase I'll let it pass o go this time 5 ver tb hacerse II 3 ( suceder) to happen; lo que pasa es que… the thing o the problem is …; pase lo que pase whatever happens, come what may; siempre pasa igual or lo mismo it's always the same; ¿qué pasa? what's the matter?, what's up? (colloq); ¿qué te pasa? what's the matter with you?; ¿qué te pasó en el ojo? what happened to your eye?; ¿qué le pasa a la tele? what's wrong with the TV?; eso le pasa a cualquiera that can happen to anybody; no le pasó nada nothing happened to him 1 ( transcurrir) [tiempo/años] to pass, go by;
    pasoon muchos años many years went by o passed;
    ya han pasado dos horas it's been two hours now; un año pasa muy rápido a year goes very quickly; ¡cómo pasa el tiempo! doesn't time fly! 2 ( cesar) [crisis/mal momento] to be over; [ efecto] to wear off; [ dolor] to go away 3 ( arreglárselas) paso sin algo to manage without sth verbo transitivo 1
    a) (cruzar, atravesar) ‹ frontera to cross;
    pueblo/ciudad to go through
    b) ( dejar atrás) ‹edificio/calle to go past
    c) (adelantar, sobrepasar) to overtake
    2
    a) ( hacer atravesar) paso algo POR algo to put sth through sth;
    b) (por la aduana —legalmente) to take through;
    (— ilegalmente) to smuggle 3 ( hacer recorrer): pásale un trapo al piso give the floor a quick wipe; hay que pasole una plancha it needs a quick iron 4 (exhibir, mostrar) ‹película/anuncio to show 5examen/prueba to pass 6página/hoja to turn;
    paso por altofalta/error to overlook;
    tema/punto to leave out, omit 1 (entregar, hacer llegar): ¿me pasas el martillo? can you pass me the hammer? 2 ( contagiar) to give, to pass on 1
    a) tiempo to spend;
    fuimos a Toledo a paso el día we went to Toledo for the day pasa todo el día al teléfono she spends all day on the phone
    c) pasarlo or pasarla bien to have a good time;
    ¿qué tal lo pasaste en la fiesta? did you have a good time at the party?, did you enjoy the party?;
    lo pasé mal I didn't enjoy myself 2 (sufrir, padecer) ‹penalidades/desgracias to go through, to suffer;
    pasé mucho miedo/frío I was very frightened/cold
    pasarse verbo pronominal 1 ( cambiarse): 2 esta vez te has pasado (fam) you've gone too far this time
    b) ( enf) (fam) (ir):
    ¿podrías pasote por el mercado? could you go down to the market? 3
    a) [peras/tomates] to go bad, get overripe;
    [carne/pescado] to go off, go bad; [ leche] to go off, go sour
    b) (recocerse) [arroz/pasta] to get overcooked
    1 [ dolor] to go away; (+ me/te/le etc)
    ya se me pasó el dolor the pain's gone o eased now;
    espera a que se le pase el enojo wait until he's calmed o cooled down ver tb pasar verbo transitivo III 1 2 (+ me/te/le etc)
    a) ( olvidarse):

    paso sustantivo masculino 1
    a) ( acción):
    el paso del tiempo the passage of time; el paso de la dictadura a la democracia the transition from dictatorship to democracy; de paso: están de paso they're just visiting o just passing through; me pilla de paso it's on my way; y dicho sea de paso … and incidentally …
    b) (camino, posibilidad de pasar) way;
    abrir/dejar paso (a algn/algo) to make way (for sth/sb);
    me cerró el paso she blocked my way; dejen el paso libre leave the way clear; ( on signs) ceda el paso yield ( in US), give way ( in UK); ( on signs) prohibido el paso no entry; paso de peatones crosswalk (AmE), pedestrian crossing (BrE); paso a nivel grade (AmE) o (BrE) level crossing; paso elevado or (Méx) a desnivel overpass (AmE), flyover (BrE); paso subterráneo ( para peatones) underpass, subway (BrE); ( para vehículos) underpass; ( a codazos) to elbow one's way; ( detener) to stop sb 2 (Geog) ( en montaña) pass;
    salir del paso to get out of a (tight) spot o (AmE) crack (colloq)
    3
    a) (al andar, bailar) step;
    oyó pasos she heard footsteps; entró con paso firme he came in purposefully; paso a paso step by step; seguirle los pasos a algn to tail sb; seguir los pasos de algn to follow in sb's footsteps
    vive a dos pasos de mi casa he lives a stone's throw (away) from my house;
    está a un paso de aquí it's just around the corner/down the road from here 4 (ritmo, velocidad):
    apretó/aminoró el paso he quickened his pace/he slowed down;
    a este paso … at this rate …; a paso de hormiga or tortuga at a snail's pace; marcar el paso to mark time 5 ( en contador) unit
    pasar
    I verbo transitivo
    1 to pass
    2 (trasladar) to move
    3 (dar) to pass, give: no me pasó el recado, he didn't give me the message
    4 (hojas de libro) to turn
    5 (el tiempo, la vida) to spend, pass
    6 (soportar, sufrir) to suffer, endure: está pasando una crisis personal, she's going through a personal crisis
    pasamos sed y calor, we suffered thirst and heat
    7 (río, calle, frontera) to cross
    8 (tragar) to swallow
    9 (tolerar, aguantar) to bear
    10 (introducir) to insert, put through
    11 (un examen, una eliminatoria) to pass
    12 Cine to run, show: este sábado pasan Ben Hur, they're putting Ben Hur on this Saturday
    II verbo intransitivo
    1 to pass: ¿a qué hora pasa el tren?, what time does the train pass?
    Cervantes pasó por aquí, Cervantes passed this way
    ya pasó, it has already passed
    pasar de largo, to go by (without stopping)
    2 (entrar) to come in
    3 (ser tolerable) to be acceptable: no está mal, puede pasar, it isn't bad, it will do
    4 (exceder) to surpass: no pases de los 70 km/h, don't exceed 70 km/h
    5 (a otro asunto) to go on to
    pasar a ser, to become
    6 (tiempo) to pass, go by
    7 (arreglarse, apañarse) pasar sin, to do without: puedo pasar sin coche, I can manage without a car
    8 fam (no tener interés, prescindir) pasa de lo que digan, don't mind what they say
    paso de ir al cine, I'll give the cinema a miss
    9 (suceder) to happen: ¿qué pasa?, what's going on?
    ¿qué le pasa?, what's the matter with him?
    pase lo que pase, whatever happens o come what may Locuciones: pasar algo a limpio, to make a fair copy of sthg
    pasarlo bien/mal, to have a good/difficult time
    pasar por, to put up with: paso por que me digas que estoy gorda, pero no pienso tolerar que me amargues cada comida, I can handle you calling me fat, but I'm not having you ruin every single meal for me
    pasar por alto, to overlook: pasaré por alto esa observación, I'll just ignore that remark
    paso sustantivo masculino
    1 step: caminaban a paso ligero, they walked quickly (sonido de pisadas) footstep (de un baile) step
    2 (camino, pasillo) passage, way Auto ceda el paso, give way
    paso a nivel, level o US grade crossing
    paso de cebra, zebra crossing
    paso de peatones, pedestrian crossing, US crosswalk
    paso subterráneo, (para peatones) subway (para vehículos) underpass
    prohibido el paso, no entry
    3 (acción) passage, passing: estamos de paso en la ciudad, we are just passing through the town
    a su paso por la Universidad, when he was at University
    el lento paso de las horas, the slow passing of the hours
    4 Tel unit
    5 Geol (entre montañas) mountain pass
    6 Náut strait Locuciones: abrirse paso, (entre la multitud, maleza) to make one's way, (en la vida) to get ahead
    salir del paso, to get out of trouble
    a cada paso, constantly, every other minute ' paso' also found in these entries: Spanish: apretar - arramblar - atravesar - bando - bloquear - cabeza - cada - calamidad - cebra - ceder - cerrar - converger - cortar - dar - dado - desvirtuar - disfraz - esclarecimiento - estela - filtración - franca - franco - impedir - infierno - ligera - ligero - lista - llave - magín - mayor - nivel - obstaculizar - pasar - pasarse - patata - peatonal - por - prohibida - prohibido - rebote - rito - segura - seguro - sino - subterránea - subterráneo - testigo - tránsito - ver - vela English: ahead - amok - arrogant - bar - battle - begrudge - block - block in - break through - breakthrough - brisk - by - childhood - clarify - clear - coast - come over - crossing - crosswalk - dizzy - dwindle - evaluation - explanation - false move - faux pas - float - flyover - footstep - give - go by - going - graze - grow out of - hysterical - lazy - level crossing - life - lively - mop - move - nail - obstruction - ocean - overboard - overpass - pace - pass - pass along - pass by - pass through

    English-spanish dictionary > paso

  • 13 pasar


    pasar ( conjugate pasar) verbo intransitivo 1
    a) ( ir por un lugar) to come/go past;
    no ha pasado ni un taxi not one taxi has come/gone past;
    los otros coches no podían pasar the other cars weren't able to get past; no dejan pasar a nadie they're not letting anyone through; pasar de largo to go right o straight past; pasar por la aduana to go through customs; es un vuelo directo, no pasa por Miami it's a direct flight, it doesn't go via Miami; ¿este autobús pasa por el museo? does this bus go past the museum?; pasamos por delante de su casa we went past her house; pasaba por aquí y … I was just passing by o I was in the area and …
    ¿podríamos pasar por el banco? can we stop off at the bank?;
    pasa un día por casa why don't you drop o come by the house sometime?; puede pasar a recogerlo mañana you can come and pick it up tomorrow
    pasar de un lado a otro [persona/barco] to go o cross from one side to the other;
    [ humedad] to go through from one side to the other
    d) ( caber):
    2 ( entraracercándose al hablante) to come in; (— alejándose del hablante) to go in;
    pase, por favor please, do come in;
    ¡que pase el siguiente! next, please!; haga pasar al Sr Díaz show Mr Díaz in please 3
    a) (transmitirse, transferirse) [corona/título] to pass;
    b) ( comunicar):
    te paso con Javier ( en el mismo teléfono) I'll hand o pass you over to Javier;
    ( en otro teléfono) I'll put you through to Javier 4
    a) (Educ) to pass;
    pasar de curso to get through o pass one's end-of-year exams
    no está perfecto, pero puede pasar it's not perfect, but it'll do;
    por esta vez, (que) pase I'll let it pass o go this time 5 ver tb hacerse II 3 ( suceder) to happen; lo que pasa es que… the thing o the problem is …; pase lo que pase whatever happens, come what may; siempre pasa igual or lo mismo it's always the same; ¿qué pasa? what's the matter?, what's up? (colloq); ¿qué te pasa? what's the matter with you?; ¿qué te pasó en el ojo? what happened to your eye?; ¿qué le pasa a la tele? what's wrong with the TV?; eso le pasa a cualquiera that can happen to anybody; no le pasó nada nothing happened to him 1 ( transcurrir) [tiempo/años] to pass, go by;
    pasaron muchos años many years went by o passed;
    ya han pasado dos horas it's been two hours now; un año pasa muy rápido a year goes very quickly; ¡cómo pasa el tiempo! doesn't time fly! 2 ( cesar) [crisis/mal momento] to be over; [ efecto] to wear off; [ dolor] to go away 3 ( arreglárselas) pasar sin algo to manage without sth verbo transitivo 1
    a) (cruzar, atravesar) ‹ frontera to cross;
    pueblo/ciudad to go through
    b) ( dejar atrás) ‹edificio/calle to go past
    c) (adelantar, sobrepasar) to overtake
    2
    a) ( hacer atravesar) pasar algo POR algo to put sth through sth;
    b) (por la aduana —legalmente) to take through;
    (— ilegalmente) to smuggle 3 ( hacer recorrer): pásale un trapo al piso give the floor a quick wipe; hay que pasarle una plancha it needs a quick iron 4 (exhibir, mostrar) ‹película/anuncio to show 5examen/prueba to pass 6página/hoja to turn;
    pasar por altofalta/error to overlook;
    tema/punto to leave out, omit 1 (entregar, hacer llegar): ¿me pasas el martillo? can you pass me the hammer? 2 ( contagiar) to give, to pass on 1
    a) tiempo to spend;
    fuimos a Toledo a pasar el día we went to Toledo for the day pasa todo el día al teléfono she spends all day on the phone
    c) pasarlo or pasarla bien to have a good time;
    ¿qué tal lo pasaste en la fiesta? did you have a good time at the party?, did you enjoy the party?;
    lo pasé mal I didn't enjoy myself 2 (sufrir, padecer) ‹penalidades/desgracias to go through, to suffer;
    pasé mucho miedo/frío I was very frightened/cold
    pasarse verbo pronominal 1 ( cambiarse): 2 esta vez te has pasado (fam) you've gone too far this time
    b) ( enf) (fam) (ir):
    ¿podrías pasarte por el mercado? could you go down to the market? 3
    a) [peras/tomates] to go bad, get overripe;
    [carne/pescado] to go off, go bad; [ leche] to go off, go sour
    b) (recocerse) [arroz/pasta] to get overcooked
    1 [ dolor] to go away; (+ me/te/le etc)
    ya se me pasó el dolor the pain's gone o eased now;
    espera a que se le pase el enojo wait until he's calmed o cooled down ver tb pasar verbo transitivo III 1 2 (+ me/te/le etc)
    a) ( olvidarse):

    pasar
    I verbo transitivo
    1 to pass
    2 (trasladar) to move
    3 (dar) to pass, give: no me pasó el recado, he didn't give me the message
    4 (hojas de libro) to turn
    5 (el tiempo, la vida) to spend, pass
    6 (soportar, sufrir) to suffer, endure: está pasando una crisis personal, she's going through a personal crisis
    pasamos sed y calor, we suffered thirst and heat
    7 (río, calle, frontera) to cross
    8 (tragar) to swallow
    9 (tolerar, aguantar) to bear
    10 (introducir) to insert, put through
    11 (un examen, una eliminatoria) to pass
    12 Cine to run, show: este sábado pasan Ben Hur, they're putting Ben Hur on this Saturday
    II verbo intransitivo
    1 to pass: ¿a qué hora pasa el tren?, what time does the train pass?
    Cervantes pasó por aquí, Cervantes passed this way
    ya pasó, it has already passed
    pasar de largo, to go by (without stopping)
    2 (entrar) to come in
    3 (ser tolerable) to be acceptable: no está mal, puede pasar, it isn't bad, it will do
    4 (exceder) to surpass: no pases de los 70 km/h, don't exceed 70 km/h
    5 (a otro asunto) to go on to
    pasar a ser, to become
    6 (tiempo) to pass, go by
    7 (arreglarse, apañarse) pasar sin, to do without: puedo pasar sin coche, I can manage without a car
    8 fam (no tener interés, prescindir) pasa de lo que digan, don't mind what they say
    paso de ir al cine, I'll give the cinema a miss
    9 (suceder) to happen: ¿qué pasa?, what's going on?
    ¿qué le pasa?, what's the matter with him?
    pase lo que pase, whatever happens o come what may Locuciones: pasar algo a limpio, to make a fair copy of sthg
    pasarlo bien/mal, to have a good/difficult time
    pasar por, to put up with: paso por que me digas que estoy gorda, pero no pienso tolerar que me amargues cada comida, I can handle you calling me fat, but I'm not having you ruin every single meal for me
    pasar por alto, to overlook: pasaré por alto esa observación, I'll just ignore that remark ' pasar' also found in these entries: Spanish: achicharrarse - ahorrar - amarga - amargo - aro - blanca - blanco - bondad - cabalgata - cadáver - calor - cocerse - colar - desapercibida - desapercibido - desfilar - deslizar - entretenerse - historia - inadvertida - inadvertido - inri - mayor - meneo - noche - penalidad - posibilidad - privación - rato - relámpago - revista - rozar - salvar - suceder - superar - suplantar - suprimir - tamiz - tener - tesorería - tirarse - torniquete - trago - verter - vestidura - vicaría - vida - vivir - adiós - alcanzar English: ask in - bootleg - bring in - brush - buck - by - call - clamber - clear - come - come by - come on to - decide on - discount - do without - drag - dread - drive-through - elapse - embarrassment - envisage - envision - fashion - fill in - fly - fore - gallop past - get by - get on to - get onto - get past - get through - gloss over - go - go along - go by - go on - go out - go through - go under - graze - hand on - hang out - happen - have - hibernate - hideous - holiday - Hoover - hungry

    English-spanish dictionary > pasar

  • 14 pase

    Del verbo pasar: ( conjugate pasar) \ \
    pasé es: \ \
    1ª persona singular (yo) pretérito indicativo

    pase es: \ \
    1ª persona singular (yo) presente subjuntivo
    3ª persona singular (él/ella/usted) presente subjuntivo
    3ª persona singular (él/ella/usted) imperativo
    Multiple Entries: pasar     pase
    pasar ( conjugate pasar) verbo intransitivo 1
    a) ( ir por un lugar) to come/go past;
    no ha pasado ni un taxi not one taxi has come/gone past;
    los otros coches no podían pase the other cars weren't able to get past; no dejan pase a nadie they're not letting anyone through; pase de largo to go right o straight past; pase por la aduana to go through customs; es un vuelo directo, no pasa por Miami it's a direct flight, it doesn't go via Miami; ¿este autobús pasa por el museo? does this bus go past the museum?; pasamos por delante de su casa we went past her house; pasaba por aquí y … I was just passing by o I was in the area and …
    ¿podríamos pase por el banco? can we stop off at the bank?;
    pasa un día por casa why don't you drop o come by the house sometime?; puede pase a recogerlo mañana you can come and pick it up tomorrow
    pase de un lado a otro [persona/barco] to go o cross from one side to the other;
    [ humedad] to go through from one side to the other
    d) ( caber):
    2 ( entraracercándose al hablante) to come in; (— alejándose del hablante) to go in;
    pase, por favor please, do come in;
    ¡que pase el siguiente! next, please!; haga pase al Sr Díaz show Mr Díaz in please 3
    a) (transmitirse, transferirse) [corona/título] to pass;
    b) ( comunicar):
    te paso con Javier ( en el mismo teléfono) I'll hand o pass you over to Javier;
    ( en otro teléfono) I'll put you through to Javier 4
    a) (Educ) to pass;
    pase de curso to get through o pass one's end-of-year exams
    no está perfecto, pero puede pase it's not perfect, but it'll do;
    por esta vez, (que) pase I'll let it pass o go this time 5 ver tb hacerse II 3 ( suceder) to happen; lo que pasa es que… the thing o the problem is …; pase lo que pase whatever happens, come what may; siempre pasa igual or lo mismo it's always the same; ¿qué pasa? what's the matter?, what's up? (colloq); ¿qué te pasa? what's the matter with you?; ¿qué te pasó en el ojo? what happened to your eye?; ¿qué le pasa a la tele? what's wrong with the TV?; eso le pasa a cualquiera that can happen to anybody; no le pasó nada nothing happened to him 1 ( transcurrir) [tiempo/años] to pass, go by;
    paseon muchos años many years went by o passed;
    ya han pasado dos horas it's been two hours now; un año pasa muy rápido a year goes very quickly; ¡cómo pasa el tiempo! doesn't time fly! 2 ( cesar) [crisis/mal momento] to be over; [ efecto] to wear off; [ dolor] to go away 3 ( arreglárselas) pase sin algo to manage without sth verbo transitivo 1
    a) (cruzar, atravesar) ‹ frontera to cross;
    pueblo/ciudad to go through
    b) ( dejar atrás) ‹edificio/calle to go past
    c) (adelantar, sobrepasar) to overtake
    2
    a) ( hacer atravesar) pase algo POR algo to put sth through sth;
    b) (por la aduana —legalmente) to take through;
    (— ilegalmente) to smuggle 3 ( hacer recorrer): pásale un trapo al piso give the floor a quick wipe; hay que pasele una plancha it needs a quick iron 4 (exhibir, mostrar) ‹película/anuncio to show 5examen/prueba to pass 6página/hoja to turn;
    pase por altofalta/error to overlook;
    tema/punto to leave out, omit 1 (entregar, hacer llegar): ¿me pasas el martillo? can you pass me the hammer? 2 ( contagiar) to give, to pass on 1
    a) tiempo to spend;
    fuimos a Toledo a pase el día we went to Toledo for the day pasa todo el día al teléfono she spends all day on the phone
    c) pasarlo or pasarla bien to have a good time;
    ¿qué tal lo pasaste en la fiesta? did you have a good time at the party?, did you enjoy the party?;
    lo pasé mal I didn't enjoy myself 2 (sufrir, padecer) ‹penalidades/desgracias to go through, to suffer;
    pasé mucho miedo/frío I was very frightened/cold
    pasarse verbo pronominal 1 ( cambiarse): 2 esta vez te has pasado (fam) you've gone too far this time
    b) ( enf) (fam) (ir):
    ¿podrías pasete por el mercado? could you go down to the market? 3
    a) [peras/tomates] to go bad, get overripe;
    [carne/pescado] to go off, go bad; [ leche] to go off, go sour
    b) (recocerse) [arroz/pasta] to get overcooked
    1 [ dolor] to go away; (+ me/te/le etc)
    ya se me pasó el dolor the pain's gone o eased now;
    espera a que se le pase el enojo wait until he's calmed o cooled down ver tb pasar verbo transitivo III 1 2 (+ me/te/le etc)
    a) ( olvidarse):

    pase sustantivo masculino 1
    a) ( permiso) pass;
    pase de periodista press pass 2
    a) (Dep) (en fútbol, baloncesto, rugby) pass;
    ( en esgrima) feint
    b) (Taur) pass

    pasar
    I verbo transitivo
    1 to pass
    2 (trasladar) to move
    3 (dar) to pass, give: no me pasó el recado, he didn't give me the message
    4 (hojas de libro) to turn
    5 (el tiempo, la vida) to spend, pass
    6 (soportar, sufrir) to suffer, endure: está pasando una crisis personal, she's going through a personal crisis
    pasamos sed y calor, we suffered thirst and heat
    7 (río, calle, frontera) to cross
    8 (tragar) to swallow
    9 (tolerar, aguantar) to bear
    10 (introducir) to insert, put through
    11 (un examen, una eliminatoria) to pass
    12 Cine to run, show: este sábado pasan Ben Hur, they're putting Ben Hur on this Saturday
    II verbo intransitivo
    1 to pass: ¿a qué hora pasa el tren?, what time does the train pass?
    Cervantes pasó por aquí, Cervantes passed this way
    ya pasó, it has already passed
    pasar de largo, to go by (without stopping)
    2 (entrar) to come in
    3 (ser tolerable) to be acceptable: no está mal, puede pasar, it isn't bad, it will do
    4 (exceder) to surpass: no pases de los 70 km/h, don't exceed 70 km/h
    5 (a otro asunto) to go on to
    pasar a ser, to become
    6 (tiempo) to pass, go by
    7 (arreglarse, apañarse) pasar sin, to do without: puedo pasar sin coche, I can manage without a car
    8 fam (no tener interés, prescindir) pasa de lo que digan, don't mind what they say
    paso de ir al cine, I'll give the cinema a miss
    9 (suceder) to happen: ¿qué pasa?, what's going on?
    ¿qué le pasa?, what's the matter with him?
    pase lo que pase, whatever happens o come what may Locuciones: pasar algo a limpio, to make a fair copy of sthg
    pasarlo bien/mal, to have a good/difficult time
    pasar por, to put up with: paso por que me digas que estoy gorda, pero no pienso tolerar que me amargues cada comida, I can handle you calling me fat, but I'm not having you ruin every single meal for me
    pasar por alto, to overlook: pasaré por alto esa observación, I'll just ignore that remark
    pase sustantivo masculino
    1 pass, permit
    2 Cine showing ' pase' also found in these entries: Spanish: apuro - archivo - caja - calar - delante - encargarse - pasar - valedera - valedero - vencida - vencido - adelantado - aquí - aspiradora - atajar - espantoso - estupendo - interceptar - nomás - olímpico - rato - siguiente - vela - ver English: after - alone - come - come in - do - fashion show - let through - may - model - overhead - pain - pass - rain - renew - set - showing - wait - boarding - call - cross - driver's license - enjoy - just - stop

    English-spanish dictionary > pase

  • 15 put

    put
    present participle - putting; verb
    1) (to place in a certain position or situation: He put the plate in the cupboard; Did you put any sugar in my coffee?; He put his arm round her; I'm putting a new lock on the door; You're putting too much strain on that rope; When did the Russians first put a man into space?; You've put me in a bad temper; Can you put (=translate) this sentence into French?) poner, colocar
    2) (to submit or present (a proposal, question etc): I put several questions to him; She put her ideas before the committee.) presentar
    3) (to express in words: He put his refusal very politely; Children sometimes have such a funny way of putting things!) expresar
    4) (to write down: I'm trying to write a letter to her, but I don't know what to put.) poner; escribir
    5) (to sail in a particular direction: We put out to sea; The ship put into harbour for repairs.) echar al mar
    - a put-up job
    - put about
    - put across/over
    - put aside
    - put away
    - put back
    - put by
    - put down
    - put down for
    - put one's feet up
    - put forth
    - put in
    - put in for
    - put off
    - put on
    - put out
    - put through
    - put together
    - put up
    - put up to
    - put up with

    put vb
    1. poner / colocar
    2. meter
    tr[pʊt]
    transitive verb (pt & pp put, ger putting)
    1 (gen) poner; (place) colocar; (add) echar, añadir; (place inside) meter, poner
    where did you put the matches? ¿dónde has puesto las cerillas?
    2 (write, mark) poner, apuntar, escribir
    what did you put for number six? ¿qué pusiste en el número seis?
    what's put you in such a bad mood ¿qué te ha puesto de tan mal humor?
    4 (rate, classify) poner
    5 (express) expresar, decir
    how shall I put it? ¿cómo te lo diría?
    6 (calculate, estimate) calcular
    7 SMALLSPORT/SMALL (shot) lanzar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to be hard put to do something serle difícil a uno hacer algo
    to not know where to put oneself no saber dónde ponerse, no saber dónde esconderse
    to put an end to something acabar con algo, poner fin a algo
    to not put it past somebody (to do something) creer a alguien muy capaz (de hacer algo)
    to put one over on somebody engañar a alguien
    to put paid to something estropear algo
    to put something right arreglar algo
    to put somebody on the train, plane, etc acompañar a alguien al tren, al avión, etc
    to put somebody to bed acostar a alguien
    to put somebody to death ejecutar a alguien
    to put somebody up to something incitar a alguien a hacer algo
    to put something to good use hacer buen uso de algo
    to put the blame on somebody echar la culpa a alguien
    to put something up for sale poner algo en venta
    to stay put quedarse quieto,-a
    put ['pʊt] v, put ; putting vt
    1) place: poner, colocar
    put it on the table: ponlo en la mesa
    2) insert: meter
    it put her in a good mood: la puso de buen humor
    to put into effect: poner en práctica
    4) impose: imponer
    they put a tax on it: lo gravaron con un impuesto
    5) subject: someter, poner
    to put to the test: poner a prueba
    to put to death: ejecutar
    6) express: expresar, decir
    he put it simply: lo dijo sencillamente
    7) apply: aplicar
    to put one's mind to something: proponerse hacer algo
    8) set: poner
    I put him to work: lo puse a trabajar
    9) attach: dar
    to put a high value on: dar gran valor a
    10) present: presentar, exponer
    to put a question to someone: hacer una pregunta a alguien
    put vi
    1)
    to put to sea : hacerse a la mar
    2)
    to put up with : aguantar, soportar
    adj.
    puesto, -a adj.
    pret., p.p.
    (Preterito definido y participio pasivo de "to put")
    colocar v.
    v.
    (§ p.,p.p.: put) = lanzar v.
    meter v.
    poner v.
    (§pres: pongo, pones...) pret: pus-
    pp: puesto
    fut/c: pondr-•)
    situar v.
    pʊt
    1.
    1) (pres p putting; past & past p put) transitive verb
    2)
    a) ( place) poner*; (with care, precision etc) colocar*, poner*; ( inside something) meter, poner*

    to put something in the oven — poner* or meter algo en el horno

    did you put salt in it? — ¿le pusiste or le echaste sal?

    I put myself on the listme apunté or me puse en la lista

    not to know where to put oneself o (AmE also) one's face (colloq) — no saber* dónde ponerse or meterse

    b) (install, fit) poner*
    3)
    a) ( thrust)

    she put her head around the door/out of the window — asomó la cabeza por la puerta/por la ventana

    b) (send, propel)
    c) ( Sport)

    to put the shot — lanzar* el peso

    4)
    a) ( rank) poner*

    to put something above/before something: I put honesty above all other virtues para mí la honestidad está por encima de todas las demás virtudes or por encima de todo; he puts his art before everything else — antepone su arte a todo

    b) (in competition, league)

    this victory puts them in o into the lead — con esta victoria pasan a ocupar la delantera

    c) ( estimate)

    to put something at something: I'd put the figure at closer to $40,000 — yo diría que la cifra es más cercana a los 40.000 dólares

    5) ( cause to be) poner*

    to put something to good use\<\<time/ability/object\>\> hacer* buen uso de algo

    6) (make undergo, cause to do)

    to put somebody to something: I don't want to put you to any trouble no quiero causarle ninguna molestia; I put her to work — la puse a trabajar; death, shame I 1), test I 1) b) etc

    7)
    a) (attribute, assign)

    to put something on something: I couldn't put a price on it no sabría decir cuánto vale; I put a high value on our friendship — valoro mucho nuestra amistad

    b) ( impose)

    to put something on something/somebody: they put a special duty on these goods gravaron estos artículos con un impuesto especial; to put the blame on somebody echarle la culpa a algn, culpar a algn; it put a great strain on their relationship — eso sometió su relación a una gran tensión

    8)
    a) (instill, infect)

    to put something in(to) something: who put that idea into your head? — ¿quién te metió esa idea en la cabeza?

    to put something in(to) something: the fresh air put some color into his cheeks — el aire fresco les dio un poco de color a sus mejillas

    9)
    a) ( invest)

    to put something into something\<\<money\>\> invertir* algo en algo

    b) (bet, stake)

    to put something on something\<\<money\>\> apostar* or jugarse* algo a algo

    to put something toward something — contribuir* con algo a algo, poner* algo para algo

    10) (fix, repose)

    to put something in something/somebody: I put my trust in you puse or (liter) deposité mi confianza en ti; I don't put much faith in conventional medicine — no le tengo mucha fe a la medicina convencional

    11) ( present) \<\<views/case\>\> exponer*, presentar; \<\<proposal\>\> presentar

    to put something to somebody: to put a question to somebody hacerle* una pregunta a algn; the employers' offer will be put to a mass meeting la oferta de la patronal será sometida a votación en una asamblea; I put it to you that... — (frml) mi opinión es que...

    12) (write, indicate, mark) poner*

    what shall I put? — ¿qué pongo?

    13) ( express) decir*

    (let me) put it this way: I wouldn't invite him again — te digo lo siguiente: no lo volvería a invitar

    to put something well/badly — expresar algo bien/mal


    2.
    put vi ( Naut)

    to put to sea — hacerse* a la mar, zarpar

    Phrasal Verbs:
    [pʊt] (pt, pp put)
    1. TRANSITIVE VERB
    For set combinations consisting of put + noun, eg put a price on, put a strain on, put an end to, put at risk, put out of business, put in touch with look up the noun. For put + adverb/preposition combinations, see also phrasal verbs.
    1) (=place, thrust)
    a) (physically) poner; (with precision) colocar; (=insert) meter, introducir more frm; (=leave) dejar

    I put a serviette by each plate — puse or coloqué una servilleta junto a cada plato

    put it in the drawer — ponlo en el cajón

    she put the chairs in a circlepuso or colocó las sillas en círculo

    shall I put milk in your coffee? — ¿te pongo leche en el café?

    he put a coin in the slotpuso or metió or more frm introdujo una moneda en la ranura

    you should put your money in a bankdeberías poner or more frm depositar el dinero en un banco

    I put a sheet of paper into the typewriter — puse or coloqué una hoja de papel en la máquina de escribir

    he put his keys on the table — puso or dejó las llaves en la mesa

    I put some more coal on the firepuse or eché más carbón en el fuego

    she put her head on my shoulderapoyó or recostó la cabeza en mi hombro

    she put her head out of the window — asomó la cabeza por la ventana

    he put his hand over his mouth — se tapó la boca con la mano, se puso la mano en la boca

    he put his head round the door — asomó la cabeza por la puerta

    put it there! * (handshake) ¡chócala! *

    I put my fist through the window — rompí la ventana con el puño

    he put the shell to his ear — se puso or se acercó la concha al oído

    bed 1., 1), flight II, stay I, 1., 1), a) Some put + noun combinations require a more specific Spanish verb. For very set combinations look up the noun.

    the syllabus puts a lot of emphasis on languages — el programa (de estudios) hace or pone mucho énfasis en los idiomas

    I wouldn't put any faith in what he says — yo no creería lo que dice, yo no tendría ninguna confianza en lo que dice

    you can put that idea out of your head — ya te puedes quitar esa idea de la cabeza

    this puts the responsibility on drivers to be aware of the law — esto responsabiliza a los conductores de estar enterados de la ley

    blame 1., figure 1., 6), trust 1., 1), tax 1., 1)
    2) (=cause to be) poner

    to put sb in a good/bad mood — poner a algn de buen/mal humor

    this puts me in a very awkward positionesto me pone or deja en una situación muy difícil

    his win today puts him in second place overallla victoria de hoy le pone or coloca en segunda posición en la clasificación general

    to put sb on a diet — poner a algn a dieta or a régimen

    3) (=cause to undertake)

    to put sb to sth: it put us to a lot of extra expensenos supuso muchos gastos adicionales

    I don't want to put you to any troubleno quiero causarte ninguna molestia

    she put him to work immediately — lo puso a trabajar en seguida

    4) (=express) decir

    I don't quite know how to put this — la verdad, no sé cómo decir esto

    as Shakespeare puts it — como dice Shakespeare

    to put it bluntly — para decirlo claramente, hablando en plata *

    I find it hard to put into words — me resulta difícil expresarlo con palabras

    how shall I put it? — ¿cómo lo diría?

    let me put it this way... — digámoslo de esta manera..., por decirlo de alguna manera...

    to put it another way, it'll save you three hours — por decirlo de otra manera, te ahorrará tres horas

    5) (=write) poner, escribir

    what do you want me to put? — ¿qué quieres que ponga or escriba?

    put your name at the top of the paperponga or escriba su nombre en la parte superior del papel

    put the title in capital letterspon or escribe el título en letras mayúsculas

    I've put you on the waiting list — le he puesto en la lista de espera

    put it on my account — (Comm) cárguelo a mi cuenta

    he put a line through the offending paragraph — tachó el párrafo controvertido

    to put one's signature to sth — firmar algo

    6) (=invest) invertir

    to put money into a company — invertir dinero en una compañía

    I've put a lot of time and effort into this — he invertido un montón de tiempo y esfuerzo en esto, le he dedicado a esto mucho tiempo y esfuerzo

    "I'm not getting much out of this course" - "well, you're not putting much into it, are you?" — -no estoy sacando mucho de este curso -tampoco es que te estés esforzando mucho, ¿no?

    7) (=contribute)

    to put sth towards sth — contribuir (con) algo hacia algo

    I'm going to put the money towards a holidayvoy a poner or guardar el dinero para unas vacaciones

    8) (=expound, submit) [+ views] expresar, exponer

    he puts the case for a change in the lawplantea or expone argumentos a favor de un cambio en la ley

    she puts a convincing casepresenta or da argumentos convincentes

    the proposal was put before Parliament — la propuesta se presentó ante el parlamento

    to put sth to sb, how will you put it to him? — ¿cómo se lo vas a decir or comunicar?

    I put it to you that... — les sugiero que...

    9) (=estimate)

    they put the loss at around £50,000 — calcularon or valoraron las pérdidas en unas 50.000 libras

    his fortune is put at 3 billionse calcula or valora su fortuna en 3 billones

    the number of dead was put at 6,000 — se calculó or estimó el número de muertos en 6.000

    some put the figure as high as 20,000 — algunos estiman que la cifra llega hasta 20.000

    10) (=rank)

    he put himself above the law — creía estar por encima de la ley

    I wouldn't put him among the greatest poets — yo no le pondría entre los más grandes poetas

    we should never put money before happiness — no deberíamos nunca anteponer el dinero a la felicidad

    she has always put her career firstpara ella su carrera siempre ha sido lo primero

    11) (=set)

    she put my brother against me — puso a mi hermano en contra mía

    to put a watch to the right time — poner un reloj en hora

    12) (=throw)

    to put the shot — (Sport) lanzar el peso

    13) (St Ex) (=offer to sell) [+ stock, security] declararse vendedor de
    14) (=bet)
    see put on
    2.
    INTRANSITIVE VERB
    (Naut)

    to put into port — entrar a puerto

    to put to sea — hacerse a la mar

    3.
    COMPOUND

    put option N — (St Ex) opción f de venta a precio fijado

    * * *
    [pʊt]
    1.
    1) (pres p putting; past & past p put) transitive verb
    2)
    a) ( place) poner*; (with care, precision etc) colocar*, poner*; ( inside something) meter, poner*

    to put something in the oven — poner* or meter algo en el horno

    did you put salt in it? — ¿le pusiste or le echaste sal?

    I put myself on the listme apunté or me puse en la lista

    not to know where to put oneself o (AmE also) one's face (colloq) — no saber* dónde ponerse or meterse

    b) (install, fit) poner*
    3)
    a) ( thrust)

    she put her head around the door/out of the window — asomó la cabeza por la puerta/por la ventana

    b) (send, propel)
    c) ( Sport)

    to put the shot — lanzar* el peso

    4)
    a) ( rank) poner*

    to put something above/before something: I put honesty above all other virtues para mí la honestidad está por encima de todas las demás virtudes or por encima de todo; he puts his art before everything else — antepone su arte a todo

    b) (in competition, league)

    this victory puts them in o into the lead — con esta victoria pasan a ocupar la delantera

    c) ( estimate)

    to put something at something: I'd put the figure at closer to $40,000 — yo diría que la cifra es más cercana a los 40.000 dólares

    5) ( cause to be) poner*

    to put something to good use\<\<time/ability/object\>\> hacer* buen uso de algo

    6) (make undergo, cause to do)

    to put somebody to something: I don't want to put you to any trouble no quiero causarle ninguna molestia; I put her to work — la puse a trabajar; death, shame I 1), test I 1) b) etc

    7)
    a) (attribute, assign)

    to put something on something: I couldn't put a price on it no sabría decir cuánto vale; I put a high value on our friendship — valoro mucho nuestra amistad

    b) ( impose)

    to put something on something/somebody: they put a special duty on these goods gravaron estos artículos con un impuesto especial; to put the blame on somebody echarle la culpa a algn, culpar a algn; it put a great strain on their relationship — eso sometió su relación a una gran tensión

    8)
    a) (instill, infect)

    to put something in(to) something: who put that idea into your head? — ¿quién te metió esa idea en la cabeza?

    to put something in(to) something: the fresh air put some color into his cheeks — el aire fresco les dio un poco de color a sus mejillas

    9)
    a) ( invest)

    to put something into something\<\<money\>\> invertir* algo en algo

    b) (bet, stake)

    to put something on something\<\<money\>\> apostar* or jugarse* algo a algo

    to put something toward something — contribuir* con algo a algo, poner* algo para algo

    10) (fix, repose)

    to put something in something/somebody: I put my trust in you puse or (liter) deposité mi confianza en ti; I don't put much faith in conventional medicine — no le tengo mucha fe a la medicina convencional

    11) ( present) \<\<views/case\>\> exponer*, presentar; \<\<proposal\>\> presentar

    to put something to somebody: to put a question to somebody hacerle* una pregunta a algn; the employers' offer will be put to a mass meeting la oferta de la patronal será sometida a votación en una asamblea; I put it to you that... — (frml) mi opinión es que...

    12) (write, indicate, mark) poner*

    what shall I put? — ¿qué pongo?

    13) ( express) decir*

    (let me) put it this way: I wouldn't invite him again — te digo lo siguiente: no lo volvería a invitar

    to put something well/badly — expresar algo bien/mal


    2.
    put vi ( Naut)

    to put to sea — hacerse* a la mar, zarpar

    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > put

  • 16 apaigüestias

    Apaigüestias, son apariciones, alucinaciones, esta palabra encierra un sugestivo campo de creencias en fantasmas, o ánimas condenadas y también encierra las creencias mitológicas, con todas sus historias y leyendas descabelladas o quizás ciertas, pues este mundo nuestro no se hizo de la Nada, y desde el más sabio de los humanos hasta el más ignorante, llevamos muy dentro de nuestra alma o espíritu, una lejana o cercana creencia en algo que existe «Sobrenatural», que tras la muerte nos ha de premiar o castigar, con firme exactitud en todas nuestras obras buenas y malas que hemos hecho. Ahora les contaré una historia, o leyenda, que sucedió en una de mis aldeas hace ya muchos, muchísimos años, y que yo he escuchado cuando era pequeño, de lengua de una tía abuela mía, que en aquel acaecer con más de cien años de existencia encima de su cuerpo, aún tenía arreos para trabajar en sus tierras como cualquier persona que bien lo hiciere. «MARÍA LA XANTINA» Casárase María la hija del tío Jacinto, muchacha pequeña de estatura, pero grande de hermosura y de exquisitos sentimientos, con Amalio el del Aldexuxán (Aldea de Susana), joven que no tenía de bueno nada más que el ser un mozarrón como un carbayu (roble) y ser su padre el más rico y poderoso vaqueiru de todos aquellos contornos. Tal caxoriu (casorio) fue amañucáu (preparado), por Rexina la Porricona (Regina la Desnuda), que recibiera del padre del novio por haber hecho tal arreglo, un xaretal d'ablanus (pequeño prado muy cuesto plantado de avellanos). Diremos para comprender mejor esta historia, que la Porricona, era una mujer que gozaba de grande fama en toda aquella rica comarca, porque era la esposa de Lláurianu 'l Llóndrigu (Laureano la Nutria), porque era éste un hábil cazador de estos finos animales de ricas pieles, que de aquella infestaban los regueirus (torrentes) de todas las montañas y el río que cruzaba el fértil valle. También era el Llóndrigu un experto en curar todos los males que tuviesen las personas y animales, por tal razón aquel matrimonio, al decir de muchos vecinos, era una verdadera bendición del mismo cielo, cosa que aprovechaba la Porricona, p'esquicionar al sou antoxu nus tibeirus quei dexaben fatáus de bétchaes ganancies. (Para hacer cuanto se le antojase con sus arreglos, negocios, líos, etc., que le dejaban siempre muchas y ricas ganancias). La aldea de Aldexuxán estaba compuesta por poco más de una docena de vecinos, que todos ellos eran familiares entre si. No voy a detenerme a narrar los diferentes pormenores de la historia como me fueron contados a mí, simplemente me ceñiré a un hecho concreto, relacionado con la mitología o apaigüestias fantasmales o milagrosas, ancestrales creencias, de las melgueras gentes de mi embrujadora Tierrina. Sobre la aldea de Aldexuxán había pesado desde siempre un fatídico malificio, haciendo que sus gentes siendo las más ricas de la fértil comarca, no fuesen tan felices como todos los demás eran, porque jamás en toda su historia había nacido una mujer en ella. Las mujeres que se casaban con los hombres de la aldea de Aldexuxán, se condenaban a no poder tener jamás una hija, y por todo lo contrario, alumbraban varones fuertes y sanos, que se convertían cuando llegaban a la mocedad, en los mozos más esbeltos y fornidos de toda la comarca. Pero a pesar de ser tan buenos mozos, y todos ellos vaqueirus ricos, gozaban de muy escasas simpatías entre las mozas casaderas, por tal razón, muchos no lograban casarse, y cuando alguno lo hacía, casi siempre mediaba un «arreglo» de por medio. —Así, el padre de Amalio se puso al habla con la Porricona, para que arreglase la boda de su hijo con Mariela, muchacha virginal y encantadora, de la que estaba enamorado ciegamente su hijo. Prometiéndole a la Porricona si lo conseguía, que él le daría como favor, el xaretal de Riuscuru, (pradín de Río Oscuro), que lindaba con otra finca que ella tenía. Cuando Mariela supo por sus padres, que estaba destinada para ser la mujer de Amalio el de Aldexuxan, una grande tristeza se adueñó de su alma, que le robó su alegría, y las francas y felices sonrisas que en todo instante su espíritu alumbraba. Y así de apenada todos los días se le veía por su aldea, con sus hermosos ojos siempre enrojecidos por la quemante caricia de sus lágrimas, sin encontrar el consuelo que le devolviese aquella felicidad que antes gozara. Gran devota de la Virgen de la aldea habla sido siempre Mariela, con la que con una fe desmedida siempre oracionaba y hablaba, y así de esta manera, entre profundos y dolorosos suspiros, y lágrimas torrenciales que manaban de su desespero, el día antes de su boda, con la Santina de su aldea así dialogaba: —Virxencina melgueira, qu'achorandu 'l tou cháu venu, ameruxá d'un dollor que m'esfáe pel tristeyáu miou alma, mamplená d'un miéu que d'afechu, encuandiona toa l'allegría qu'endenantes en miou espíritu per uquier afroriaba. (Virgencita dulce y preciosa, que llorando a tu lado vengo, plagada de un dolor que me deshace por triste toda mi alma, rebosante de un miedo que en toda su extensión entierra la alegría que antes en mi espíritu por donde quiera afloraba). —Xantina 'l miou alma, que tous lus amalexius encantexas, nun me faigas xufrire, pos nun queru caxame sen amore per fuercia, you nun queru isi muzu que de güenu nun peca, y'endenantes de dir xuntua d'él a l’ilexa, más quixera morreme, aforcá conun rixu que m'añuede 'l gaznatu ya me faiga en morrida. Ya tal couxa fairéla, Xantiquina 'l miou alma, se deximesme agora, ya me dexes solina, nel atayu miou pena, qu'en llocura m'entrema. (Santiquina de mi alma, que todos los males si tu quieres arreglas, no me hagas sufrir, pues no quiero casarme sin amor y por fuerza, yo no quiero ese mozo que de bueno no peca, y antes de ir junto de él a la iglesia, más quisiera morirme, ahorcada con una cuerda, que me anude mi cuello, y me haga en ser muerta. Y tal cosa he de hacer, Santiquina mi alma, si me olvidas ahora, y me dejas muy sola, en el atajo de mi pena, que a la locura me lleva). Algo muy hermoso le contestaría la Virgen a Mariela, porque otra vez se le volvió a ver llena de sana y feliz alegría, quizás con más fuerza que jamás tuviera. Y así de contenta, cariñosa y feliz, ante la misma Santina que su pena esfixera (deshiciera), al siguiente día en la iglesia se casaba con el vaqueiru Amalio. El día de su boda, fue un domingo del mes de mayo, bañado por la luz del sol que todo lo alumbraba y lo erradiaba de vida, y como era domingo, era fiesta en la aldea, el jilguero cantaba y el malvís silbiotaba y las gentes humildes con paxiétchus de festa (trajes de fiesta), a la boda acudían de la dulce Mariela, la más hermosa moza que la aldea tenía. La que viétchus ya xóvenes (viejos y jóvenes), grande y puro cariño hacia ella sentían. Cuando todos estaban fundidos en sus rezos y el buen cura casaba a la virgen Mariela, se escuchó como un trueno, muy cercano y enorme, muy profundo y tenebroso, que hizo palidecer de miedo a muchas gentes del festejo. ¡Un castigo del cielo, murmuraban las viejas, ha de mandarnos Dios, por casar a esta santa, con un fíu (hijo) de la aldea en poder del demonio! Aquel confuso ruido que a las gentes atemorizara, por ser dadas a irse a los Lares Divinos, no era tal trueno que en el aire quedara sin dejar un vestigio, pues había sido un castigo, y todos sobrecogidos pensaron, que el Hacedor andaba en aquel cataclismo. Pues el xaretal d'ablanus (el prado de avellanos) que el padre de Amalio le regalara a la Porrica, por conseguir a Mariela como mujer de su hijo, argaxárase per tous lus cháus, escuatramundiánduxe 'n fondigouxes cuandies, dou s'allacaben lus ablanus esgazáus d'afechu, con lus raigones amirandu 'l cielu, lu mesmu que se dangún terremetu, bramara nel ventrón d'aquel xareteiru, dexándulu tan llabráu y'esfechu, comu 'n güertiquín de pataques que fora afocicáu per una cabaná de goches paridiegues. (Partiérase, corriérase por todos sus lados, deshaciéndose el prado entero en profundas ollas, donde se enterraban los avellanos del todo rotos, con sus retorcidas raíces mirando al cielo, lo mismo que si un terremoto hiciera explosión en el vientre de aquel prado, dejándole tan despedazado, como un pequeño huerto de sembradas patatas, que hubiese sido hocicado por una manada de cerdas paridas). Sin embargo, tan insólito acontecimiento pasados los primeros momentos, no restó a la fiesta la sana alegría, que todos disfrutaban en la boda de la querida Mariela, pues tras de fartase tous fasta 'l rutiar de lus bunus manxares qu'achindi per uquier topábenxe, (pues tras de hartarse todos hasta dejarlo de sobra, de los buenos manjares que allí por todas partes había), se enguedechóu 'l baítche qu'en toes les bodes les xentes encalducaben (se enredó el baile que en todas las bodas las gentes hacían), fechu per la múxica xaraneira y'allegre del pandeiru ya la gaita, e axín tóus enlloquecíus de gouzu danciarun entexuntus ya hermenáus fasta 'l mesmu albiare, xeitu nel qu'entamangarun folixouxa engarradiétcha de galgazus, ente dus mozacus del chugar de Mariela, ya lus rapazones de l'aldeina d'Aldexuxan. (Hecho por la música jaranera y alegre de la pandereta y la gaita, y así todos enloquecidos de gozo, bailaron entrejuntos y hermanados hasta que llegó el amanecer, lugar que prepararon una sonada pelea de estacazos, entre los mozos de la aldea de Mariela, y los mozarrones de la aldeina de Susana). Tal pelea fue originada por los desmedidos insultos despreciativos dirigidos a los mozos de Aldexuxan, por los de la aldea de Mariela, asegurándoles que no llevarían a la santina Mariela a vivir con ellos a su aldea maldita, donde jamás había nacido ni una sola mujer, por la causa de ser todos hijos del mismo diablo. Tras de la feroz pelea, donde no sucedieron achuquinamientos (muertes) por mor de las sabias intervenciones de los ancianos de entrambas aldeas, el novio, sulfurado y ensangrentado por la titánica lucha desarrollada, en aquel mismo amanecer acompañado de todos sus parientes, se llevó a Mariela que no hizo ni la mínima negativa, y no permitió que recibiese de sus padres ni el valor de una cuyar (cuchara) de cuanto a ella le perteneciese. —Acuétchula d'un reflundión el magotón d'Amaliu a la felliz ya xonriyente Mariela, ya namái conel paxiétchu puestu, escarranquetóula d'enría la xiétcha pintureira del sou cabatchu, ya despós, conun blincu de corzu puenxuse el tres d'echa, ya cudiáu per tous sous vecinus que yeren tous parentela, xebrárunse d'aquel chugar, esnalandu nel aire ixuxus d'allegría, axenitáus nus sous cabatchus axalbaxáus lu mesmu qu' echus ya lleldáus dientru d'una ñatural ya roxurosa allegría. (Asió de un rápido tirón el bruto de Amalio a la feliz y sonriente Mariela, y nada más que con la ropa que llevaba puesta, la ajinetó encima de la pinturera silla de su caballo, y después, con un salto de corzo púsose él detrás de ella, y escoltado por sus vecinos que eran todos parentela, se marchó de aquel lugar lanzando al viento ijujús de alegría, ajinetados todos en sus caballos asalvajados lo mismo que ellos eran, y crecidos dentro de una natural y enloquecedora alegría). La cariñosa bondad, y la fértil felicidad y alegría que en todo momento emanaba torrencialmente de la encantadora Mariela, muy pronto cautivó y contagió a todas las gentes del Aldexuxan, pequenos y grandes, con tal frenesí llegaron a quererla, a adorarla y mimarla, lo mismo que si se tratara de un ser sobrenatural, que había llegado a la aldea para alegrarles a todos sus vidas. Durante el tiempo de su preñez, era Mariela atendida en todo momento por las mujeres de la aldea, y los hombres y los niños, estaban más pendientes de ella, que de sus trabajos y sus juegos, siempre le traían del campo flores y variedad de frutos, y todos al mirarse en sus encantadores ojos, la felicidad y el gozo en sus espíritus advertían. Era Mariela para todos, algo que ni tan siquiera habían soñado que existiera. Al Aldexuxan habían llegado de sus aldeas todas las mujeres que la cuidaban y mimaban y ninguna de ellas jamás había sido feliz ni encontrado la alegría en su espíritu en aquel lugar al que muy pocas de ellas habían llegado por su propia voluntad. Sin embargo al mirarse en los resplandecientes ojos de Mariela, al sentir el hado misterioso que en todo instante rezumía de su ser, llegaba a sus entrañas por primera vez raudales de gozo y alegría, que las llenaba de felicidad, y de una dicha embriagadora y sublime. Por eso entre ellas silenciosa y secretamente empezaban a decir que Mariela era divina, misteriosa y buena, y que en cualquier momento el cielo la llevaría, y dejaría a la aldea tan llena de tristeza y pena como antes lo estuviera. —Xabela la muyer d'Antón el Curuxu, que yera la que mexor amañaba lus dellicáus fatiquinus pa lus guaxinus cabantes de ñacer, ya le fixera tous lus paxiétchinus y'escarpinacus que ñecexitare 'l melgueiru nenin que traxera 'l mundiu cundu betchara la xantina Mariela. (Isabel la esposa de Antón el Buho que era la que mejor hacía los delicados ropajes propios para los niños recién nacidos, ya había industriado todos los trajecitos, calzas y demás vestiduras, que necesitase el dulce niño que trajese al mundo cuando hiciese su alumbramiento la santina de Mariela). —Tamién Xacintu 'l Utre que yera abondu curioxu pa carpinteirar, fixera 'n trubiétchu con maera de ñocéu, qu'al falar de toes les xentes d'Aldexuxan, nin el más empericotáu de tous lus nenus ñacíus ya cuaxi, cuaxi 'n per ñacere, xamás de lus xamaxes oitre mexor nun hubiés d'aquién lu fixera. (También Jacinto el Aguila que era muy mañoso para hacer de carpintero, hiciera una cuna de madera de nogal, que al hablar de todas las gentes del Aldexuxan, ni el más afamado, ni suertudo niño nacido, ni casi, casi de los aún no nacidos, jamás de los jamases otra mejor no hubiese quién se la hiciera). Todo estaba preparado para el día que el angelín a la luz amaneciera, y todos en la aldea, desde su madre hasta el más inocente de los pequeños que por aquellos montes correteare, esperaban ilusionados la venida de aquel inocente ser, fruto de las entrañas de quien les había a todos sembrado en sus espíritus la dicha y la alegría, hasta ya le habían elegido los padrinos y hasta el mismo nombre que debía llevar, el asunto era que naciese dentro del tiempo natural, y que no le trajese ningún amolexíu (mal) a la santina Mariela. Como todo en la vida tiene su tiempo de espera, y todo cuanto se espera si atañe a los procesos naturales llega, así vino el momento del alumbramiento de Mariela. Fue una mañana de los principios de la primavera, cuando todos los árboles y las plantas despertaban jubilosos y en silencio a la floreciente vida donde comenzaban, los malvises y jilgueros volvían a cantar alegres y bulliciosos, tras la mudez que les infligiera el frío y nevado invierno, fue aquella luminosa y primaveral mañana cuando todas las gentes de la aldea, se reunían contentas y felices a la par que en sus interiores algo preocupadas y temerosas, como si presintieran que algo irremediable le habría de ocurrir a la santina Mariela. Digo que todos reunidos en la casa de Mariela, anhelantes esperaban tan natural y querido acontecer. Algunas mujeres llenas de firmes creencias, rezaban sin descanso, pidiéndole al Faidor (Hacedor) y a sus santos más allegados, que la feliz nueva se alumbrara por los cauces naturales, y que Mariela no cosechara arduos sufrimientos. Otras más mañosas en tales menesteres, parteaban ilusionadas y eficientes, en cuantos cometidos quce en tal proceso se requieren. Al fin, de las entrañas de la parturienta, brotó la vida, y todas las gentes al presenciar aquella recién nacida criatura, doblaron sus rodillas en el suelo, y una oración de gracia en el cielo pusieron, dentro de la gran dicha y alegría que jamás sintieron. Porque por primera vez en toda la historia de la aldea del Aldexuxan, había nacido una niña, una hermosa niña que rompía con su divino milagro, el maléfico castigo que les había acompañado siempre. Tal milagroso acontecer, alborozó a los vecinos del Aldexuxan en tal altura, que por unos instantes se olvidaron de la moribunda Mariela, y cuando al fin Isabela enloquecida por la alegría que le hacía caminar por el incansable sendero de la dicha, digo que Isabela se dirigió respetuosa y venerativamente hacia Mariela, y besándola con gran cariño en su frente radiante de felicidad le decía, que el maleficio que pesaba sobre las gentes de la aldea, de no haber tenido jamás una mujer, una niña, ella porque era una santina, lo había roto al alumbrar aquella preciosa criatura, que era para todos los seres del Aldexuxan el fin del conxuru (conjuro) que desde siempre sobre todos pesaba. La moribunda Mariela, con su sonrisa encantadora siempre pendiente de sus labios, y una luz misteriosa y hechicera que en todo momento de sus bellos ojos se desprendía, les hizo comprender a los allí reunidos, que eran todas las gentes del Aldexuxan, que era Mariela algo que pertenecía a la divinidad de lo desconocido, y que no podría morar entre ellos, nada más que con su espíritu. Así silenciosamente Mariela, a todos miraba cariñosamente y todos se sentían bajo su embrujante y acariciante mirada, protegidos de cuantos males en la Tierra hubiese, y navegantes en una dicha que ni en sueños la esperaban. Llué Mariela con sou melgueira fala, que yera múxica de lus mesmus ánxeles, a tóus les dixu 'ndenantes de que del sou curpu xebrárase la vida: (Luego Mariela con su dulce palabra, que era la música de los mismos ángeles, a todos les dijo antes de que de su cuerpo se marchase la vida): ¡Disde güéi, toes les múcheres d'ista embruxadora aldina, parirán nenus ya nenes. Lu mesmu que faen les femes de tou 'l mundiu, y'enxamás naide mirará a lus vuexus homes, comu fasta gora toes les xentes lus fixeron, nun vus ruegu namái, nistus postreirus xeñaldares de la miou vida, que nun catéis caxorius amañáus pa lus vuexus fíus, dexái qu' echus atopen ya curién lus sous cortexus qu’en xcitu 'l sou querer mexor lus falague. Pos nun ye nagua bonu arretrigar la xuventú 'l cubiciu antoxadizu qu'entamanguen lus sous páes. Pos abondu felliz ya rica ye la xente probe, que rucandu de borona un cantezu, ou 'n tortu fechu d'enría 'l llare, son dichóuxus ya fellices fasta que de viétchus muerran. Ya munchu probe y'esgraciaína ye l'oitra xente, qu'amamplén tién de tóu lu que ñecexita, y'enfelliz ye, perque nun puén disfrutayu, con amore ya bone compañe. (Desde hoy, todas las mujeres de esta embrujadora aldeina, parirán niños y niñas, lo mismo que hacen todas las hembras del mundo entero, y jamás nadie mirará a vuestros hombres con el desprecio que hasta ahora todas las gentes les hicieron. No os ruego nada más, en estos postreros respirares de mi vida, que no busquéis casorios preparados para vuestros hijos, dejazlos que ellos busquen y cuiden sus amores en el lugar que su querer mejor los halague. Pues no es nada bueno, amarrar la juventud, a la codicia antojadiza que hacen sus padres. Pues muy felices y ricas son las gentes pobres, que comiendo un mendrugo de pan duro, o una torta cocida encima del lar, son dichosos y felices hasta que de viejos se mueren. Y muy pobres y desgraciadas son las otras gentes, que poseen todo cuanto necesitan, e infelices son, al no poder disfrutarlo, con la paz del amor y la buena compañía). Así fue como se despidió la melguera Mariela, antes de entregar su sublime alma, al Infinito poder de la Divinidad invisible, dejando a su cuerpo muerto llorado con gran pena, por aquellas sencillas, naturales y nobles gentes de la aldea del Aldexuxan, que harían de ella al correr del tiempo, la Santina Mariela. Yo no puedo afirmar si esta narración es una historia, una leyenda o quizás un mito, sólo se decir, que mi tía abuela aseguraba cuando me la contó, que era tan cierto como que ella se tenía que murrer (morir). También recuerdo cuando yo era un guaxiquín (muy pequeño), haber escuchado decir a las más viejas de estas aldeas, aconxexandu (aconsejando) a las mujeres que teniendo varios hijos varones, ellas querían tener una niña y no lograban alcanzar tal deseo. Digo que las ancianas les aconsejaban así: —Lo que tenéis que hacer si queréis tener una niña, es rezarle todos los días con buena fe a la Santina Mariela, ya veréis como el primer hijo que tengáis sin ninguna duda ha de ser una hermosa niña.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > apaigüestias

  • 17 hizo

    Del verbo hacer: ( conjugate hacer) \ \
    hizo es: \ \
    3ª persona singular (él/ella/usted) pretérito indicativo
    Multiple Entries: hacer     hizo
    hacer ( conjugate hacer) verbo transitivo 1
    a) ( crear) ‹mueble/vestido to make;
    casa/carretera to build; ‹ nido to build, make; ‹ túnelto make, dig; ‹dibujo/plano to do, draw; ‹ lista to make, draw up; ‹ resumen to do, make; ‹ película to make; ‹nudo/lazo to tie; ‹pan/pastel to make, bake; ‹vino/café/tortilla to make; ‹ cerveza to make, brew; hacen buena pareja they make a lovely couple
    b) (producir, causar) ‹ ruido to make;
    estos zapatos me hacen daño these shoes hurt my feet 2
    a) (efectuar, llevar a cabo) ‹ sacrificio to make;
    milagro to work, perform; ‹deberes/ejercicios/limpieza to do; ‹ mandado to run; ‹transacción/investigación to carry out; ‹ experimento to do, perform; ‹ entrevista to conduct; ‹gira/viaje to do; ‹ regalo to give; ‹ favor to do; ‹ trato to make; aún queda mucho por hizo there is still a lot (left) to do; dar que hizo to make a lot of work
    b)cheque/factura to make out, write out
    3 (formular, expresar) ‹declaración/promesa/oferta to make; ‹proyecto/plan to make, draw up; ‹crítica/comentario to make, voice; ‹ pregunta to ask; 4
    hizo caca (fam) to do a poop (AmE) o (BrE) a pooh (colloq);
    hizo pis or pipí (fam) to have a pee (colloq); hizo sus necesidades (euf) to go to the bathroom o toilet (euph)
    las vacas hacen `mu' cows go `moo'
    5 ( adquirir) ‹dinero/fortuna to make; ‹ amigo to make 6 (preparar, arreglar) ‹ cama to make; ‹ maleta to pack;
    hice el pescado al horno I did o cooked the fish in the oven;
    tengo que hizo la comida I must make lunch; ver tb comida b 7 ( recorrer) ‹trayecto/distancia to do, cover 8 (en cálculos, enumeraciones):
    son 180 … y 320 hacen 500 that's 180 … and 320 is o makes 500
    1 ¿hacemos algo esta noche? shall we do something tonight?; hizo ejercicio to do (some) exercise; ¿hace algún deporte? do you play o do any sports?; See Also→ amor 1b
    b) (como profesión, ocupación) to do;
    ¿qué hace tu padre? what does your father do?
    2 (realizar cierta acción, actuar de cierta manera) to do;
    ¡eso no se hace! you shouldn't do that!;
    ¡qué le vamos a hizo! what can you o (frml) one do?; toca bien el piano — antes lo hacía mejor she plays the piano wellshe used to play better; hizola buena (fam): ¡ahora sí que la hice! now I've really done it!; See Also→ tonto sustantivo masculino, femenino 1 (transformar en, volver) to make; hizo pedazos la carta she tore the letter into tiny pieces; ese vestido te hace más delgada that dress makes you look thinner; hizo algo de algo to turn sth into sth; quiero hizo de ti un gran actor I want to make a great actor of you 2
    a) (obligar a, ser causa de que)
    me hizo abrirla he made me open it; me hizo llorar it made me cry; hágalo pasar tell him to come in; me hizo esperar tres horas she kept me waiting for three hours; hizo que algo/algn haga algo to make sth/sb do sth
    b)
    hacer hacer algo to have o get sth done/made;
    hice acortar las cortinas I had o got the curtains shortened verbo intransitivo 1 (obrar, actuar):
    déjame hizo a mí just let me handle this o take care of this;
    ¿cómo se hace para que te den la beca? what do you have to do to get the scholarship?; hiciste bien en decírmelo you did o were right to tell me; haces mal en mentir it's wrong of you to lie 2 (fingir, simular): haz como si no lo conocieras act as if o pretend you don't know him 3 ( servir):
    esta sábana hará de toldo this sheet will do for o as an awning;
    la escuela hizo de hospital the school served as o was used as a hospital 4 ( interpretar personaje) hizo de algo/algn to play (the part of) sth/sb (+ compl) ( sentar): (+ me/te/le etc) la trucha me hizo mal (AmL) the trout didn't agree with me hizo v impers 1 ( refiriéndose al tiempo atmosférico):
    hace frío/sol it's cold/sunny;
    hace tres grados it's three degrees; (nos) hizo un tiempo espantoso the weather was terrible 2 ( expresando tiempo transcurrido): hace mucho que lo conozco I've known him for a long time; hacía años que no lo veía I hadn't seen him for o in years; ¿cuánto hace que se fue? how long ago did she leave?; hace poco/un año a short time/a year ago; hasta hace poco until recently hacerse verbo pronominal 1 ( producirse) (+ me/te/le etc): se le hizo una ampolla she got a blister; hacérsele algo a algn (Méx): por fin se le hizo ganar el premio she finally got to win the award 2
    a) ( refl) ( hacer para sí) ‹café/falda to make oneself;
    se hizo la cirugía estética she had plastic surgery 3 ( causarse):
    ¿qué te hiciste en el brazo? what did you do to your arm?;
    ¿te hiciste daño? did you hurt yourself? 4 ( refiriéndose a necesidades fisiológicas):
    todavía se hace pis/caca (fam) she still wets/messes herself
    5 ( refl) ( adquirir) to make; 1
    a) (volverse, convertirse en) to become;
    se están haciendo viejos they are getting o growing old
    b) ( resultar):
    (+ me/te/le etc) se me hace difícil creerlo I find it very hard to believe
    c) ( impers):
    se está haciendo tarde it's getting late
    d) ( cocinarse) [pescado/guiso] to cook
    e) (AmL) ( pasarle a):
    ¿qué se habrá hecho María? what can have happened to María?
    2 ( acostumbrarse) hizose a algo to get used to sth 3 ( fingirse): ¿es bobo o se (lo) hace? (fam) is he stupid or just a good actor? (colloq); hizose pasar por algn (por periodista, doctor) to pass oneself off as sb 4 ( moverse) (+ compl) to move; 5
    hacerse de (AmL) (de fortuna, dinero) to get;
    ( de amigos) to make
    hizo see
    hacer

    hacer
    I verbo transitivo
    1 (crear, fabricar, construir) to make
    hacer un jersey, to make a sweater
    hacer un puente, to build a bridge
    2 (una acción) to do: eso no se hace, it isn't done
    haz lo que quieras, do what you want
    ¿qué estás haciendo?, (en este momento) what are you doing? (para vivir) what do you do (for a living)?
    hace atletismo, he does athletics
    hacer una carrera/ medicina, to do a degree/ medicine
    3 (amigos, dinero) to make
    4 (obligar, forzar) to make: hazle entrar en razón, make him see reason
    5 (causar, provocar) to make: ese hombre me hace reír, that man makes me laugh
    estos zapatos me hacen daño, these shoes are hurting me
    no hagas llorar a tu hermana, don't make your sister cry
    6 (arreglar) to make
    hacer la cama, to make the bed
    hacer la casa, to do the housework
    7 Mat (sumar, dar como resultado) to make: y con éste hacen cincuenta, and that makes fifty
    8 (producir una impresión) to make... look: ese vestido la hace mayor, that dress makes her look older
    9 (en sustitución de otro verbo) to do: cuido mi jardín, me gusta hacerlo, I look after my garden, I like doing it
    10 (representar) to play: Juan hizo un papel en Fuenteovejuna, Juan played a part in Fuenteovejuna
    11 (actuar como) to play: no hagas el tonto, don't play the fool
    12 (suponer) te hacía en casa, I thought you were at home
    II verbo intransitivo
    1 (en el teatro, etc) to play: hizo de Electra, she played Electra
    2 ( hacer por + infinitivo) to try to: hice por ayudar, I tried to help
    3 (simular) to pretend: hice como si no lo conociera, I acted as if I didn't know him
    4 fam (venir bien, convenir) to be suitable: si te hace, nos vamos a verle mañana, if it's all right for you, we'll visit him tomorrow
    III verbo impersonal
    1 (tiempo transcurrido) ago: hace mucho (tiempo), a long time ago
    hace tres semanas que no veo la televisión, I haven't watched TV for three weeks
    hace tres años que comenzaron las obras, the building works started three years ago
    2 (condición atmosférica) hacía mucho frío, it was very cold
    ¿To make o to do?
    El significado básico del verbo to make es construir, fabricar algo juntando los componentes (aquí hacen unos pasteles maravillosos, they make marvellous cakes here), obligar (hazle callar, make him shut up) o convertir: Te hará más fuerte. It'll make you stronger. También se emplea en expresiones compuestas por palabras tales como dinero ( money), ruido ( a noise), cama ( the bed), esfuerzo ( an effort), promesa ( a promise), c omentario ( a comment), amor ( love), guerra ( war). El significado del verbo to do es cumplir o ejecutar una tarea o actividad, especialmente tratándose de los deportes y las tareas domésticas: Hago mis deberes por la noche. I do my homework in the evening. ¿Quién hace la plancha en tu casa? Who does the ironing in your house? También se emplea con palabras tales como deber ( duty), deportes ( sports), examen ( an exam), favor ( a favour), sumas ( sums). ' hizo' also found in these entries: Spanish: abdicar - amiga - amigo - animosidad - cala - cargo - caso - cortante - crónica - daño - decir - despecho - desplante - dueña - dueño - echarse - ecologista - educación - elocuente - entrada - ser - escarceo - espera - estampido - evidencia - exposición - extensiva - extensivo - gala - gesto - gua - hacer - hacerse - honor - honra - impecable - inapreciable - inflamarse - iniciativa - inmejorable - interconexión - interpretación - judicatura - justificación - larga - largo - liposucción - magia - malicia - mohín English: accidentally - age - alter - attention - attractive - backing - balance - bat - beckon - become - benefit - blink - blow - brush aside - brushoff - call - call on - carry off - celebrity - clank - curl up - discontent - disheveled - dishevelled - disparaging - dispose - donate - effect - eloquent - exert - fall in with - flag - foam - forbidding - fraction - funny - go-between - grill - grimace - hash - head-hunt - herself - himself - implication - impossible - instead - intact - ladder - length - little

    English-spanish dictionary > hizo

  • 18 da

    1. daː adv
    1) (örtlich, dort) allí/allá, ahí, aquí/acá

    Da bin ich! — ¡Aquí estoy!

    2) ( zeitlich) entonces, en aquel tiempo, en aquel momento, en aquella ocasión
    2. daː konj
    1) ( Grund) puesto que, ya que

    Da er das behauptet hat,… — Puesto que él lo ha afirmado,…

    2) ( Zeit) cuando, mientras
    da [da:]
    1 dig (dort) allí, allá; (hier) ahí, aquí; da draußen allí fuera; da kommt er allí viene; da, wo... allí donde...; da drüben allí enfrente; da oben/unten aquí arriba/abajo; gehen sie da herum vaya por allí; da ist/sind... aquí hay...; gibst du mir bitte mal das Buch? - da! por favor, ¿me das el libro? - ¡aquí tienes!
    2 dig (zeitlich) entonces; es ist zwei Jahre her, da haben sie die Kirche restauriert han pasado dos años desde que restauraron la iglesia; als ich das machte, da... mientras estaba haciendo esto...; da fällt mir gerade ein,... a todo esto se me acaba de ocurrir que...; von da an desde entonces
    3 dig (in diesem Falle) en este caso; da haben Sie aber nicht Recht pero en este caso Ud. no tiene razón; und da wagst du es noch zu kommen? ¿y después de todo esto aún te atreves a venir?
    4 dig (vorhanden) da sein estar presente; (vorrätig) haber; es ist niemand da no hay nadie; ich bin gleich wieder da vuelvo enseguida; war Thomas gestern da ¿estuvo Tomás ayer?; ist noch Milch da? ¿queda leche todavía?; das stellt alles da Gewesene in den Schatten esto es algo que no tiene precedentes; da ist er aquí está
    5 dig (zur Verfügung) da sein für jemanden estar a disposición de alguien; er ist immer für mich da siempre está ahí cuando lo necesito
    1 dig (weil) ya que, como; es geht nicht, da die Zeit nicht reicht no se puede hacer, ya que no llega el tiempo
    2 dig(gehobener Sprachgebrauch: als, wenn) cuando; sehnsüchtig erwartet er die Stunde, da sie bei ihm sein wird ansiosamente espera la hora en la que ella estará junto a él
    Adverb
    1. [dort - mit einer hinweisenden Geste] ahí, allí, allá
    [ - rückbezüglich] aquí, ahí, allí
    da drüben ahí oder allí al otro lado
    das Gebäude muss da sein, wo wir vorbeigefahren sind el edificio tiene que estar por donde hemos pasado
    2. [zeitlich]
    er kam um zehn an, aber da war es schon zu spät llegó a las diez, pero entonces ya era demasiado tarde
    als ich nach Hause kam, da warst du gerade weg cuando llegué a casa, tú estabas fuera en aquel momento
    4. [als Satzanfang]
    5. [in dieser Beziehung]
    da stimme ich dir zu! ¡en eso estoy de acuerdo contigo!
    da bist du selbst schuld! ¡tú tienes la culpa de eso!, ¡la culpa es tuya!
    6. [deshalb] por eso
    ————————
    Konjunktion
    1. [weil] como
    2. (gehoben) [nachdem] ahora que
    ————————
    da und dort Adverb

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > da

  • 19 bit

    bit
    past tense; = bite
    bit1 n
    1. trocito / pedacito
    2. poco
    3. parte
    4. rato
    a bit un poco / algo
    could you turn the volume up a bit? ¿puedes subir un poco el volumen?
    you've eaten every bit of it! ¡te lo has comido absolutamente todo!
    bit2 vb

    bit sustantivo masculino (pl
    bits) (Inf) bit

    bit sustantivo masculino Inform bit ' bit' also found in these entries: Spanish: ablandar - abreviar - achatamiento - adelgazar - aguantar - ala - ápice - atravesada - atravesado - baja - bajo - broca - cacho - chispa - chula - chulo - cuatro - cumplir - desmoronada - desmoronado - despistada - despistado - destemplarse - destreza - desvaído - deterioro - engañar - envidiar - estirar - estrafalaria - estrafalario - eufemismo - freno - gagá - gota - grandullón - grandullona - grano - grogui - gustillo - hinchar - hora - ignorar - iterativa - iterativo - jirón - limitada - limitado - maldita - maldito English: acting - along - belly - bit - bite - can - comedown - deaf - do - dodgy - drill - elbow-grease - handyman - odd - off - over - painful - peculiar - peeved - queasy - seedy - shoot - squash - stiff - sting - tipsy - tough - wonky - ambitious - bothered - breezy - far - funny - loner - ropey - rough - rusty - scrap - shake - slight - so - susceptible - swallow - two - up
    tr[bɪt]
    1 SMALLCOMPUTING/SMALL bit nombre masculino
    ————————
    tr[bɪt]
    1 (of bridle) bocado
    2 (of drill) broca; (of brace) barrena
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to take the bit between one's teeth coger el toro por los cuernos
    ————————
    tr[bɪt]
    1 (small piece) trozo, pedacito
    3 familiar (time) un poco, un ratito
    4 (part of film, play, book) parte nombre femenino
    5 (coin) moneda
    1 familiar (rather) algo, un poco
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    a bit of algo de
    bit by bit poco a poco
    not a bit of it nada de eso
    quite a bit / a good bit familiar bastante
    that's a bit much esto ya es pasarse
    to come to bits hacerse pedazos, romperse
    to do one's bit aportar su granito de arena
    to go to bits figurative use ponerse histérico,-a
    to smash something to bits hacer algo añicos
    a bit of advice un consejo
    bit part papel nombre masculino secundario
    ————————
    tr[bɪt]
    1→ link=bite bite{
    bit ['bɪt] n
    1) fragment, piece: pedazo m, trozo m
    a bit of luck: un poco de suerte
    2) : freno m, bocado m (de una brida)
    3) : broca f (de un taladro)
    4) : bit m (de información)
    n.
    boquilla s.f.
    n.
    bit (Informática) s.m.
    bocado s.m.
    broca s.f.
    embocadura s.f.
    fragmento s.m.
    freno s.m.
    miaja s.f.
    miga s.f.
    migaja s.f.
    pedazo s.m.
    pellizco s.m.
    pizca s.f.
    porción s.f.
    trozo s.m.
    pret.
    (Preterito definido de "to bite")

    I bɪt
    II
    1)
    a) (fragment, scrap) pedazo m, trozo m

    in tiny bitsen pedacitos or trocitos

    to smash something to bits — hacer* pedazos or añicos algo

    bits and pieces — ( assorted items) cosas fpl; ( belongings) cosas fpl, bártulos mpl (fam); ( broken fragments) pedazos mpl

    to be thrilled to bits — (BrE colloq) estar* contentísimo, no caber* en sí de alegría

    b) ( small piece) (esp BrE) trocito m, pedacito m
    c) ( component part) (BrE) pieza f
    2) (section, piece) parte f

    to do one's bit — (BrE) aportar or poner* su (or mi etc) granito de arena, hacer* lo suyo (or mío etc)

    a) (some, a little) (+ uncount noun) un poco de

    they have a fair bit o quite a bit of work to do — tienen bastante trabajo que hacer

    b) ( rather) (BrE)

    was he ashamed? not a bit of it! — (also AmE) ¿que si estaba avergonzado? para nada! or en absoluto! or ni lo más mínimo!

    4)

    a bit(as adv)

    a) ( somewhat) un poco

    were you worried? - not a bit — ¿estabas preocupado? - en absoluto

    b) ( a while) un momento or rato
    5) (in adv phrases)
    a)

    bit by bit — poco a poco, de a poco (AmL)

    b)

    every bit: I'm every bit as disappointed as you estoy absolutamente tan decepcionado como tú; he looks every bit the young executive — tiene todo el aspecto del joven ejecutivo

    6)
    a) ( in US)

    I don't care o give two bits what she thinks — me importa un bledo or un comino lo que piense (fam)

    b) ( coin) (BrE colloq) moneda f
    7) ( Comput) bit m
    8) ( of bridle) freno m, bocado m

    to champ at the bit: he was champing at the bit lo consumía la impaciencia, estaba que no se podía aguantar; to have the bit between one's teeth: she has the bit between her teeth — está que no la para nadie (fam)


    I [bɪt]
    1. N
    1) (=piece) trozo m, pedazo m

    bits of papertrozos mpl or pedazos mpl de papel

    have you got a bit of paper I can write on? — ¿tienes un trozo de papel para escribir?

    he washed off every bit of dirt — se lavó hasta la última mancha de suciedad

    in bits — (=broken) hecho pedazos; (=dismantled) desmontado, desarmado

    who owns this bit of land? — ¿a quién pertenece este trozo or pedazo de tierra?

    bits and pieces(=items) cosas fpl ; (=possessions) cosas fpl, trastos * mpl ; [of fabric] retales mpl, retazos mpl

    to bits: to blow sth to bits — hacer saltar algo en pedazos, volar algo en pedazos

    to come to bits(=break) hacerse pedazos; (=be dismantled) desmontarse, desarmarse

    to tear sth to bits[+ letter, document] romper algo en pedazos

    - love sb to bits
    2)

    a bit of —

    a) (=some) un poco de

    this is a bit of all right! * — ¡esto está muy bien!, ¡esto no está nada mal!

    he's a bit of all right *ese está buenísimo or para comérselo *

    b) (=rather)

    he's a bit of a liares bastante or un poco mentiroso

    quite a bit of — bastante

    a bit — un poco

    a bit bigger/smaller — un poco más grande/pequeño

    a bit later — poco después, un poco más tarde

    bit by bit — poco a poco

    our performance was every bit as good as theirs — nuestra actuación fue tan buena como la suya en todos los aspectos

    she swept into the room, every bit the actress — entró majestuosamente en la habitación, muy en su papel de actriz

    he looked every bit the angelic childtenía toda la pinta or todo el aspecto de un niño angelical

    a good bit — bastante

    a good bit bigger/cheaper — bastante más grande/barato

    would you like a little bit more? — ¿quieres un poquito más?

    that's a bit much! — ¡eso pasa de castaño oscuro!

    not a bit, I'm not a bit surprised — no me sorprende lo más mínimo or en absoluto

    "wasn't he embarrassed?" - "not a bit of it" — -¿y no le daba vergüenza? -qué va * or -en absoluto

    quite a bit — bastante

    I've had a bit too much to eat — me he pasado un poco comiendo, he comido un poco más de la cuenta

    4) (=part) parte f
    5) (Brit)
    * (=role)

    to do one's bit — aportar su granito de arena

    we must all do our bit to put an end to starvation in the Third World — para erradicar el hambre en el Tercer Mundo todos debemos aportar nuestro granito de arena

    I've done my bityo he hecho mi parte or lo que me tocaba

    6) (=moment) rato m, momento m

    I'll see you in a bit — te veo dentro de un momento or dentro de un ratito

    I waited quite a bit — esperé bastante tiempo or un buen rato

    7) (=coin) (Brit) moneda f ; (US) (=12.5 cents) doce centavos y medio

    two bits(US) 25 centavos

    he was always throwing in his two bits about how he'd put the economy to rights — siempre estaba dando su opinión or echando su cuarto a espadas sobre cómo arreglaría la economía

    8) (Comput) bit m
    9) (Brit) ** pej (=woman) tía f (Sp) *; side 1., 6)
    2.
    CPD

    bit part N — (Cine, Theat) papel m de poca importancia, papel m pequeño


    II
    [bɪt]
    N
    1) [of drill] broca f
    2) (for horse) freno m, bocado m

    to be champing or chomping at the bit —

    I expect you're champing or chomping at the bit — supongo que te devora la impaciencia

    they were champing or chomping at the bit to get started — no veían la hora de poner manos a la obra

    to get the bit between one's teeth —

    once she gets the bit between her teeth, there's no stopping her — una vez que se pone en marcha no hay quien la pare


    III
    [bɪt]
    PT of bite
    * * *

    I [bɪt]
    II
    1)
    a) (fragment, scrap) pedazo m, trozo m

    in tiny bitsen pedacitos or trocitos

    to smash something to bits — hacer* pedazos or añicos algo

    bits and pieces — ( assorted items) cosas fpl; ( belongings) cosas fpl, bártulos mpl (fam); ( broken fragments) pedazos mpl

    to be thrilled to bits — (BrE colloq) estar* contentísimo, no caber* en sí de alegría

    b) ( small piece) (esp BrE) trocito m, pedacito m
    c) ( component part) (BrE) pieza f
    2) (section, piece) parte f

    to do one's bit — (BrE) aportar or poner* su (or mi etc) granito de arena, hacer* lo suyo (or mío etc)

    a) (some, a little) (+ uncount noun) un poco de

    they have a fair bit o quite a bit of work to do — tienen bastante trabajo que hacer

    b) ( rather) (BrE)

    was he ashamed? not a bit of it! — (also AmE) ¿que si estaba avergonzado? para nada! or en absoluto! or ni lo más mínimo!

    4)

    a bit(as adv)

    a) ( somewhat) un poco

    were you worried? - not a bit — ¿estabas preocupado? - en absoluto

    b) ( a while) un momento or rato
    5) (in adv phrases)
    a)

    bit by bit — poco a poco, de a poco (AmL)

    b)

    every bit: I'm every bit as disappointed as you estoy absolutamente tan decepcionado como tú; he looks every bit the young executive — tiene todo el aspecto del joven ejecutivo

    6)
    a) ( in US)

    I don't care o give two bits what she thinks — me importa un bledo or un comino lo que piense (fam)

    b) ( coin) (BrE colloq) moneda f
    7) ( Comput) bit m
    8) ( of bridle) freno m, bocado m

    to champ at the bit: he was champing at the bit lo consumía la impaciencia, estaba que no se podía aguantar; to have the bit between one's teeth: she has the bit between her teeth — está que no la para nadie (fam)

    English-spanish dictionary > bit

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